El Gobierno nacional le pagará este viernes al Fondo Monetario Internacional (FMI) U$S 756 millones por intereses correspondientes al préstamo vigente por U$S 42.181 millones, sin el beneficio de la reducción de la sobre tasa.
Dado que corresponde a intereses, el pago no puede ser prorrogado hasta fin de mes, como si lo es en el caso del capital, y por ende se afrontará con reservas internacionales, a la espera de la aprobación de un último desembolso.
El pago total en moneda extranjera que Argentina debe afrontar en noviembre asciende a U$S 984 millones, ya que deben sumarse U$S 187 millones de obligaciones con otros organismos internacionales. No hay deuda a pagar en dólares con acreedores privados.
El FMI continúa realizando la octava y novena revisión del acuerdo en curso, de cuya aprobación depende el último giro del organismo por un monto aproximado de U$S 1.000 millones.
Con este envío se completa el plan que se aprobó en enero de 2022, por el cual Argentina accedió a un programa de Facilidades Extendidas (EFF) para cancelar el préstamo stand by que el gobierno de Mauricio Macri había tomado en 2018. El EFF compensó vencimientos con desembolsos hasta fin de 2024.
A partir de ahora Argentina debe comenzar a cancelar la deuda de U$S 42.181 millones, de los cuales U$S 3.000 millones vencen en 2025, divididos en U$S 1.500 millones por cada semestre.
Los pagos de noviembre se afrontarán con un panorama mucho más aliviado en cuanto a la situación de reservas del Banco Central.
La autoridad monetaria compró ayer U$S 19 millones y así acumuló en octubre U$S 1.530 millones.
Este resultado es producto de una liquidación del agro que se mantuvo en niveles elevados para la época del año (tal vez compensando alguna demora de meses previos), ingresos por parte del sector energético y por el blanqueo de capitales. La exteriorización de capitales en efectivo alcanzó a U$S 18.000 millones.
Así las reservas brutas llegaron a U$S 28.617 millones aunque las netas siguen siendo negativas en U$S 2.000 millones. Los pagos que se realizarán mañana se verán reflejados en el balance a partir de la próxima semana.
Los U$S 756 millones que se pagarán mañana no incluyen el beneficio anunciado de la baja de la tasa de sobrecargos, porque se abona a trimestre vencido.
Respecto de la sobretasa, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) contradijo los cálculos del Ministerio de Economía y señaló que el ahorro para el país será de U$S 2.265 millones, lejos de los U$S 3.200 millones anunciados por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
“Antes de la modificación en la política de cargos y sobrecargos, los intereses estimados sobre dicho stock desde noviembre de 2024 al último vencimiento en agosto de 2034, totalizan el equivalente a
U$S16.046 millones, mientras que luego de aplicar la modificación en la tasa a partir del 1° de noviembre, se reducirían en U$S 2.265 millones a USD13.781 millones, es decir, un 14%”, señaló OPC en base a datos oficiales del Ministerio de Economía.
El informe explicó que “esta disminución, que impacta únicamente en el componente fijo de la tasa, se explica en 59% por la mejora en los sobrecargos y en 41% por el impacto de la reducción en el margen de la tasa base”.
A su vez, precisó que “el cambio en la política implicaría una disminución de los vencimientos de intereses de aproximadamente U$S 1.148 millones para los próximos 3 años (U$S 384 millones por año en promedio en esos años)”.
Por lo tanto, durante 2024 no habrá ningún beneficio para el país como había afirmado el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, al adjudicarse parte del logro por la modificación que implementó el FMI.
Con el pago de mañana se abre una nueva etapa ya que Argentina deberá tomar la decisión de pagar los vencimientos tal como están estipulados o buscar una nueva negociación para aliviar el perfil de obligaciones en los próximos años.
Sobre este escenario fue que el ministro de Economía, Luis Caputo, pivoteó durante su participación la semana pasada en la Asamblea Anual del FMI en Washington. Su intención era seguir manteniendo viva una supuesta apertura de conversaciones que nunca se concretó, al menos en lo formal.
Las reuniones con la cúpula del FMI fueron “cordiales”, pero cuando el ministro se subí al avión para volver a Buenos Aires el organismo publicó un comunicado donde le pidió seguir con el ajuste, salir del cepo y revisar el tipo de cambio.