Las negociaciones entre la Nación y los gobernadores por el Presupuesto 2025 aún están lejos de llegar a buen puerto y el oficialismo resolvió, a último momento, suspender la reunión de comisión donde iba a reanudarse el debate. El Gobierno estiró al máximo los tiempos y, como este martes vence el plazo para dictaminar en sesiones ordinarias, crece la posibilidad (indeseada para la oposición) de que todo termine en una nueva prórroga de la “ley de leyes”.
La Libertad Avanza pretendía firmar dictamen este martes para llevarlo el jueves al recinto de la Cámara de Diputados, pero la reunión fue suspendida sobre la hora por el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert, lo que reavivó la hipótesis opositora que sostiene que el presidente Javier Milei prefiere reconducir el Presupuesto 2023 por segunda vez y aplicar a discreción la “motosierra”.
“La voluntad de esta comisión y del Poder Ejecutivo, encabezado por Javier Milei, es seguir trabajando para lograr los consensos necesarios para tener el Presupuesto. En las próximas semanas, si hubiera avances en ese sentido, el Poder Ejecutivo evaluará la posibilidad de convocatorias extraordinarias para su tratamiento”, dijo Espert en un escueto mensaje en el Salón de Pasos Perdidos de Diputados.
La falta de precisiones confirmó los temores opositores, ya que el próximo 30 termina el período ordinario y este martes es el último día para dictaminar. “Si algo dejó en claro el anuncio de Espert es que el Gobierno no quiere ley de Presupuesto para 2025. Lo dijimos desde el primer momento, desde que el ministro de Economía no quiso venir a Diputados a exponer, desde el momento en que el presidente de la Comisión de Presupuesto nunca dio un cronograma de avance con los funcionarios para llegar al debate del contenido del Presupuesto”, enfatizó Germán Martínez, presidente de Unión por la Patria.
Tras el anuncio de Espert, los bloques opositores se reunieron por separado e intercambiaron entre sí, pero aún no unificaron una estrategia. Unión por la Patria, Encuentro Federal (el bloque donde recala el oficialismo cordobés) y los radicales de Democracia para Siempre hacen cuentas para ver si logran juntar quórum este jueves: analizan reflotar la sesión fallida de la semana pasada y tratar el límite a los DNU y el decreto que flexibilizó los requisitos para el canje de deuda.
Este último tema es, para esos bloques, la llave para destrabar el Presupuesto, que incluye un artículo que replica el DNU. Según esa lectura, ante la caída del DNU (que también debe ser rechazado en el Senado), el Gobierno se vería obligado a tratar el Presupuesto para conservar esa herramienta que le permite realizar operaciones sin autorización del Congreso.
Paralelamente a una posible sesión, Democracia para Siempre presentó un proyecto de resolución para que el Congreso prorrogue las sesiones ordinarias por sí mismo. “El Gobierno no quiere Presupuesto 2025, nunca lo quiso. Se siente más cómodo sin una ley sancionada por el Congreso y sin el control parlamentario. La reconducción del Presupuesto 2023 da vía libre a un ajuste aún más insensible”, dijo su líder, Pablo Juliano.
La UCR, por el momento, no forma parte de ninguna de esas movidas. El bloque de Rodrigo De Loredo (que tiene cinco gobernadores a cuestas) emitió un comunicado donde le exigió al Ejecutivo “que no cierre la discusión por la ley de Presupuesto” y consideró que “Argentina no puede estar sin un Presupuesto por segundo año consecutivo”.
“Instamos al Gobierno a que convoque a sesiones extraordinarias para que, en el marco del diálogo y el consenso, podamos sancionar una ley de Presupuesto para que el año que viene nuestra economía tenga una hoja de ruta que le de previsibilidad”, expresó el radicalismo, y reiteró su compromiso con el déficit cero.
Las negociaciones
Los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio tienen un pliego de cinco puntos: los envíos a las cajas previsionales no transferidas; la devolución del 1,9% de los impuestos coparticipables que financiaban la ahora disuelta AFIP; la distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que el Ejecutivo no usa; el financiamiento de la compensación del Pacto Fiscal de 2017; y la coparticipación del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL).
Pero esos planteos (que frustraron la posibilidad de que hubiera dictamen el jueves pasado) no fueron aceptados por el Gobierno, que advierte que ponen en riesgo el equilibrio fiscal. “El déficit cero es clave para que desaparezca el flagelo de la inflación”, insistió Espert en su mensaje a la prensa.
Ante esta negativa, los gobernadores endurecieron su postura y el jueves pasado, en una reunión, le encomendaron a diputados de la UCR y el PRO que presentaran un dictamen propio. Según participantes de esa conversación, ante esa amenaza el Gobierno tuvo temor de no alcanzar la mayoría de firmas en la comisión y por eso suspendió la reunión de este martes.
“Lo de hoy fue una reacción a la posibilidad de que triunfara una propuesta opositora. Les genera pánico que salga un Presupuesto que no quieren”, fue una de las lecturas que se escucharon desde el ala dialoguista.
En Unión por la Patria, Germán Martínez analizó: “Cuando vieron que probablemente el planteo de las provincias podía llevarlos a alguna modificación del Presupuesto, volvieron al plano original, que era no tener ley de Presupuesto. Para eso hicieron todo lo que hicieron, para eso llevaron a toda la Cámara de Diputados hasta el límite”.
Desde Encuentro Federal, la cordobesa Natalia De la Sota (de perfil más opositor que sus comprovincianos) coincidió: “Este gobierno nunca quiso un presupuesto para gobernar. Persiguen otro plan, lejos de las instituciones y de los controles, de características totalitarias. Milei viene por todo mientras algunos todavía miran para el costado”.