La Argentina sufrió un nuevo fallo en contra y fue condenada a pagar 1330 millones de euros a bonistas por haber falsificado el índice del PBI en el año 2013. Se trató de una maniobra llevada adelante por Axel Kicillof, en donde se manipuló la cifra para evitar pagarle a unos grupos tenedores de deuda.
La demanda fue realizada en el año 2019 en el Tribunal de Londres y este miércoles el juez Simon Picken falló a favor de los bonistas. El pedido de los bonistas había sido de pagar 643 millones de euros (US$704 millones), por lo que el magistrado ordenó esa cifra más los intereses: 1330 millones de euros (casi US$1500 millones).
Según informó la agencia internacional Reuters, los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group y Virtual Emerald International Limited fueron los que demandaron al país.
La situación se remonta a 2005 cuando Roberto Lavanga impuso los Valores Negociables Vinculados al PBI que eran los instrumentos que utilizó el por entonces ministro de Economía junto con el secretario de Finazas, Guillermo Nielsen. Determinaba pagos a bonistas cuando el crecimiento económico del año superaba 3%. fueron apodados como “cupones PBI”.
El título de deuda, que se emitió en distintas monedas, fue pensado como un endulzante para los bonistas que entraron a los canjes de deuda llevado adelante ese mismo año. La Argentina pagaría más si su economía crecía.
Se trató del canje que realizó Lavanga impulsado tras la crisis del 2001 alcanzando una quita del 66% de la deuda que había llevado al desastre económico en el inicio del siglo. El por entonces titular del Palacio de Hacienda logró la aceptación de poco más del 70% de los bonistas junto con Néstor Kirchner, quienes llevaron adelante la negociación.
Aquel canje logró reducir la deuda pública total de US$191.254 millones a US$125.283, mediante el reemplazo de más de 150 bonos por 11 nuevos instrumentos, nominados en cuatro monedas (dólar, peso, euro y yen).
La manipulación del índice del PBI para evitar el pago
La denuncia que llegó por parte de los bonistas tiene que ver con el fuerte crecimiento que tuvo la Argentina en esos años después de lo que fue la destrucción de la economía en 2001. Por lo que esos bonos se volvieron uno de los favoritos de los bonistas, con el crecimiento a “tasas chinas” de esa primera década del siglo.
Sin embargo, a partir de 2012 no se registraron más desembolsos. Los datos de PBI que publica el Indec fueron afectados por la manipulación de las estadísticas de inflación en las que incurrió el organismo desde el año 2007 y, con ellos, el sentido de los cupones se desvirtuó.
En marzo de 2014, el ex ministro de Economía y actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que el crecimiento económico de 2013 había sido de 3%, inferior al 3,2% necesario para que se ejecutara el pago del Cupón PBI -en diciembre de ese mismo año-, por un total de USD 3.000 millones.
Un mes antes, en febrero, el Indec sostuvo que la economía había crecido 4,9% en 2013, según la estimación hecha con base de cálculo en 1993, pero desde el 1 de enero se optó por aplicar una nueva metodología para calcular el PBI, con base en 2004.
Sin embargo, durante el gobierno de Mauricio Macri, en 2018, se revisaron los datos de crecimiento económico durante la gestión anterior y se determinó que durante 2013 el PBI había crecido 2,4%, también por debajo del umbral que gatillaba los pagos. Los fondos que demandaron a la Argentina se enfocan sobre esos pagos no concretados.