La industria y la construcción mejoraron el nivel de actividad en julio con relación a junio y, aunque la comparación con el año pasado aún sigue en rojo, comienza a convalidarse el rebote de la economía que habían adelantado los informes privados.
Así se desprende de los datos que publicó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) con referencia a ambas ramas productivas.
“¡Estamos saliendo! ¡Viva la libertad carajo!”, publicó en su cuenta de “X” el presidente, Javier Milei tras conocerse el resultado.
Dado que la recuperación es muy incipiente aún no tuvo impacto en los niveles de empleo, tal como refleja la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora la Secretaría de Trabajo.
Este informe reveló que en julio “se detuvo” la pérdida de puestos de trabajo que había sido una constante a lo largo del año.
Según el Indec, la industria manufacturera avanzó en julio 6,9% contra el mes anterior en términos desestacionalizados, lo que quiere decir que tomó en cuenta que junio fue un mes particular con dos fines de semana largo que acotaron los días de trabajo.
No obstante, si se compara con julio de 2023, el nivel de producción disminuyó 5,4%. Este nivel de caída muestra una marcada desaceleración con relación a los meses previos de 2024 cuando el promedio de contracción era de 15%.
Los números de la industria
De todas maneras, el balance acumulado de los siete meses, muestra que la industria sufre una caída de 14,7% en su nivel de actividad contra el mismo período del año pasado.
El otro dato positivo es que a diferencia de meses anteriores en las que todas las ramas industriales tenían resultados negativos en forma interanual, en julio hubo tres de ellas que exhibieron avances: alimentos y bebidas, 6,2%; refinación de petróleo, 2,4%, y motocicletas 29,3%.
En el incremento de la producción de alimentos se destaca la “molienda de oleaginosas” que avanzó 60,3%, aumento que obedece a una base de comparación muy baja contra el año de la sequía. También hubo subas destacadas en vino (17,15), azúcar (15,2%) y carne aviar (13,6%). La carne tuvo una merma de 1,9%.
Respecto de la producción de vino cabe destacar que de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura se produjeron saltos de 41,8% en los envíos para exportaciones y 6,8% para el mercado interno.
La suba en “refinación de petróleo” está vinculada a un alza puntual de la producción de asfalto, ya que la de combustibles tuvo variaciones de menor rango.
En orden a su incidencia en el nivel general, las caídas interanuales detectadas fueron: en “Madera, papel, edición e impresión”, 17,2%; “Productos minerales no metálicos”, 25,4%; “Productos de caucho y plástico”, 18,9%; “Industrias metálicas básicas”, 10,2%; “Muebles y colchones, 17,6% y “Maquinaria y equipo”, 9,1%. Continúan: “Productos textiles”, 15,8%; “Sustancias y productos químicos”, 2,6%; “Productos de metal”, 8,6%; “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, 5,8%; “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, y 6,8%; “Productos de tabaco”, 17,5%. “Prendas de vestir, cuero y calzado” presentó una variación negativa cercana a cero.
El empleo en el sector se mantuvo estable, según la encuesta de la Secretaría de Trabajo.
Qué pasó con la construcción
En lo que refiere a la actividad de la construcción, en julio el Indec registró una suba de 8% contra junio, acelerando el avance de 2% que se había producido en junio.
Al igual que la industria, cuando se coteja contra julio del año pasado, la baja es estrepitosa: 20,4%, producto fundamentalmente de la paralización de la obra pública.
Con una dinámica similar a la industrial, se observó una desaceleración en el retroceso, ya que la comparación interanual a lo largo del primer semestre de 2024 arrojaba desplomes superiores al 30%.
La cantidad de puestos de trabajo durante julio subió 0,4% de acuerdo al informe que presentó la secretaría.
Sin posibilidad de que la obra pública vuelva a traccionar al sector, la caída de 22,2% en los permisos de edificación que fueron autorizados en junio (último dato disponible) enciende una luz amarilla ya que, siempre dentro de un contexto de caída generalizada, en mayo esa merma había sido de 7,7%, siendo un factor de alivio que ahora cambió de perfil.
Con los resultados que publicó hoy oficialmente el Indec, el Gobierno puede asentar su discurso de “inicio de salida de la recesión” que viene pregonando desde hace dos meses.
Sin embargo, los mismos datos privados que habían adelantado un “mejor julio” no están siendo del todo auspiciosos con lo sucedido en “agosto”, aunque aún restan conocerse cifras clave como la producción de cemento y la siderurgia. La producción de autos fue positiva, pero la venta de materiales para la construcción y el consumo minorista quedaron en rojo. En los próximos días este panorama cobrará más volumen y ofrecerá certezas.