La inflación es un fenómeno que viene pegando muy fuerte a los argentinos producto de los altos aumentos que se van registrando en diferentes productos como son principalmente los alimentos. Sin embargo, también tiene un duro efecto sobre las PyMEs que ven afectada la industria y tiene desaceleraciones en lo que va del año.
Un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa señaló que la industria manufacturera PyME subió un 0,4% en abril frente al mismo mes del año pasado, pero que tuvo una reducción de 1,9% respecto a marzo de este año. En ese sentido, la aceleración inflacionaria fue el principal problema que observaron las empresas.
Sin embargo, no fue el único problema. La corrida cambiaria que se vivió a finales de mes, llevó a que varios proveedores corten la financiación y den prioridad a los clientes con liquidez inmediata. Además, subieron los precios preventivamente o directamente frenaron las entregas hasta que se establece el dólar.
En el mes de abril, la divisa extranjera concluyó el mes con un incremento de precios de 74 pesos o un 18,7%, mientras que en el acumulado de 2023 ascendió 123 pesos o un 35,5%, por encima de una inflación estimada en el 31 por ciento. Actualmente, a mediados de mayo, ya se estabilizó por encima de los 490 pesos y está cerca de romper la barrera de los 500.
El informe de CAME reveló que, a pesar de ser industrias que crecieron, tanto el rubro de Alimentos y Bebidas como de Indumentaria son de los sectores que más dificultades viene encontrando. Ambos sectores son de los que más han impulsado la inflación desde el año pasado y continúan en una tendencia al alza.
“La producción se incrementó 4,1% anual en abril, a precios reales, y acumula un aumento de 5,5% en el primer cuatrimestre del año (frente a los mismos meses de 2022). En la comparación mensual, se redujo un 4,6%. Las industrias trabajaron con 73,6% de su capacidad instalada, con dificultadas para abastecerse de materia prima, no solo importada sino también nacional”, señaló el informe respecto a los alimentos.
Mientras que en indumentaria, se observó un aumento del 6,9% a comparación del périodo de 2022, y también con un alza en la comparación mensual del 5%. “La falta de recursos humanos, talleristas principalmente, está provocando una subutilización de las instalaciones, y generando cuellos de botella en las entregas. Algunas empresas manifestaron problemas para conseguir insumos como tintas, telas e hilos especiales como los encerados. Otras en cambio tuvieron un abastecimiento normal”, explican.
Y agregaron que “la diferencia estuvo en la urgencia: quienes necesitaron realizar compras inmediatas debieron buscar sustitutos o parar producción. Quienes tenían stocks, pudieron encargar los insumos y continuar el ciclo normal”.
El consumo, más afectado por la inflación y con problemas para llenar el carrito
En tanto, con la corrida inflacionaria que se vive, el consumo es uno de los puntos más afectados por los ciudadanos que ven el efecto directamente en el bolsillo. En ese sentido, un informe de Focus Market señaló que en abril este retrocedió un 16,6%, mientras que en mayo este efecto continuó con la primera semana en caída del 21,6%.
“La situación de cadenas de supermercados regionales es aún peor con caída del 27,2%. La aceleración de precios en las categorías de consumo masivo se complementan con ausencias de productos por problemas de reposición en góndolas por falta de insumos o materias primas. Por su parte, los datos oficiales de aumento de la canasta básica alimentaria de 121,4 % interanual en abril 2023 es un reflejo del deterioro del poder adquisitivo de los Argentinos”, señaló Damián Di Pace, director de la consultora.
Todas las familias de productos pierden en consumo en el primer cuatrimestre del año: Alimentos (-15,4%) al igual que Cuidado Personal (-11,2%) son las de mayor caída en consumo mientras Limpieza (-6,9) y Bebidas (-3,1) presentan variaciones negativas de menor magnitud.
“El acumulado del año, nos dejan una contracción del -8,2% en consumo; similar tendencia registran las áreas Metropolitana e Interior”, explicó.
Qué inflación podemos esperar para mayo y los efectos negativos
Mientras el Gobierno esperaba que haya una mejora en los números de la inflación desde marzo, las consultoras sostienen que mayo podría tener números aún peores a los que se vieron en abril. En ese sentido, podría ser uno de los índices más alto desde principios de los ‘90.
De hecho, el número más alto que se registró en los últimos años fue en enero de 2016 en el primer mes de gestión del Gobierno de Mauricio Macri que estabilizó el mercado cambiario con el valor del dólar blue con un 9%. Dicho esto, los números de mayo estarán cercanos a esa cifra.
De acuerdo a Ecolatina, en el mes impactará principalmente la suba en las tarifas de electricidad y de gas, el aumento en el transporte público en el AMBA como el crecimiento de los combustibles. También tendrá efecto la crecida del dólar, que se registró a fines de abril como también el impacto durante este mes.
“El proceso inflacionario adquirió una dinámica propia difícil de frenar, frente a expectativas que vuelven a desanclarse, la falta de credibilidad en los hacedores de política económica para coordinar expectativas y la ausencia de un programa de estabilización”, señaló la consultora.
En tanto, la Fundación Libertad y Progreso apostó por un piso del mes de mayo que se centrará en el 8,6% y que podría ubicarse arriba del 10,4%.
“La dinámica de las últimas semanas muestra que el piso de inflación es cada vez más alto. La suba de tasas de interés logró contener por el momento la corrida cambiaria, pero el salto del nivel tuvo un fuerte impacto en los precios. Aunque claro está, a expensas de elevar el déficit cuasifiscal”, explicó Lautaro Moschet.
“A su vez, cada vez hay más bienes y servicios indexados en la economía que se actualizan mensualmente. Dado el contexto, la única forma de bajar la inflación es mediante un plan de estabilización creíble y lamentablemente el gobierno no se encuentra en condiciones de realizarlo”, completó.