Crisis en La Salada: peligran casi 50 mil puestos de trabajo

La complicada situación que atraviesan los trabajadores de La Salada tras la detención de Jorge Castillo.

Crisis en La Salada: peligran casi 50 mil puestos de trabajo
Protesta en Puente La Noria. Los empleados de La Salada quieren reabrir sus puestos. (TN)

En un contexto de creciente tensión social y económica, puesteros, changarines y trabajadores de La Salada fueron desalojados este lunes del corte de tránsito que mantenían en Puente La Noria, en reclamo por la reapertura de la feria, clausurada judicialmente desde el 22 de mayo. La medida se implementó pocos días después de la detención de Jorge Castillo, empresario conocido como “el Rey de La Salada”, acusado de lavado de dinero, contrabando y evasión fiscal.

La clausura del predio, ubicado en Lomas de Zamora, dejó sin ingresos a más de 30 mil personas que trabajaban de forma directa o indirecta en el predio, considerado la feria informal más grande de Sudamérica, con más de 8 mil puestos rotativos, organizados entre tres espacios principales: Ocean, Urkupiña y Punta Mogote.

Un ecosistema de subsistencia al margen del sistema

“La Salada nace en los años 90, en los márgenes de un país que descartaba gente del sistema”, explicó el periodista Ariel Maciel en el programa Bravo TV. La feria creció en torno a talleres textiles informales que primero producían para marcas establecidas, y luego comenzaron a vender directamente al público, ofreciendo precios populares en un circuito de venta alternativo a la economía formal.

La Salada cerró tras la detención de Jorge Castillo.
La Salada cerró tras la detención de Jorge Castillo.

El cierre repentino no solo afectó a los comerciantes: también carreros, gastronómicos, transportistas, vendedores de alimentos y empleados informales perdieron su única fuente de ingresos. “Muchos puesteros ya perdieron carne, quesos y demás alimentos. Nadie se va a hacer cargo”, señaló Maciel, visiblemente crítico ante la falta de respuestas oficiales.

Denuncias por abandono y reclamos de soluciones

Durante el operativo de desalojo, Jony, un joven carrero que trabaja desde hace casi dos décadas en La Salada, describió la situación como “desesperante”. “Casi 50.000 puestos de trabajo están parados. Se mueve un gran circuito económico acá. Los tres galpones, al estar cerrados, frenan todo”, aseguró en diálogo con Telenoche.

Otros trabajadores coincidieron en el mismo diagnóstico: “Acá éramos once trabajando, ahora quedamos seis. Desde que cayó la feria, la venta bajó bastante”, relató un comerciante. “Esto recién empieza y ya estamos cayendo mal”, agregó otro.

Según el periodista Ezequiel Orlando, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había advertido en 2024 sobre La Salada como un “espacio a desactivar” debido a su histórica evasión fiscal e infracción sistemática a la ley de marcas. Sin embargo, Maciel remarcó que cerrar sin ofrecer alternativas no resuelve el problema: “Si tu única respuesta es cerrar, no estás ofreciendo un plan”, sentenció.