Este jueves el Banco Central anunció que preparan la salida del billete de $2.000, tratándose así de buscar una nueva denominación alta para contener la inflación. De esta manera, la medida recuerda cuando se comenzó a poner en circulación el de $1.000 y todos los efectos que no pudo contener.
De acuerdo a varios analistas, la nueva denominación se queda corta producto de los altos precios que hay en la vida cotidiana de la gente en la Argentina, después de un 2022 donde la inflación llegó a casi un 95%. Es decir, por ejemplo, un combo en una cadena de comidas rápidas cuesta más que el billete de mayor denominación que hay actualmente en el país.
En ese sentido, pensando en la diferencia con el dólar, el nuevo billete representaría recién al rededor de U$s 5,29, mientras que el de $1.000 representa apenas unos escasos U$s 2,64, todo pensando desde un dólar paralelo.
Para tener en consideración, en Brasil el billete de máxima denominación es el de 200 reales que representa 34,41 dólares, mientras que en Uruguay un billete de 2.000 pesos uruguayos alcanza para comprar 51,80 dólares. En tanto, Perú es el más cercano a la Argentina en este ránking, con un billete de 200 soles podes comprar 52,33 dólares.
También cabe remarcar que el dólar blue es una gran carga para el Gobierno, puesto que al tener diferentes tipos de cambio puede generar otro conflicto. Si lo vemos con el dólar oficial, un billete de $2.000 alcanzaría para comprar poco más de 10 dólares, por lo que debería realizar una devaluación para emparejar las cosas.
El impacto de la inflación en el billete de 1.000
El impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los argentinos es una de las grandes preocupaciones que tiene el Gobierno de Alberto Fernández. En ese sentido, a cinco años del lanzamiento del billete del Hornero, la perdida de su poder adquisitivo genera que se tuvo que caso quintuplicar.
“Si tomamos hoy el valor de $2.000, por efecto de la inflación, podríamos estar llegando a diciembre de este año con aproximadamente a un 50% de su valor. Es decir, valdría la mitad a fines de 2023″, señalaron algunos economistas.
Si al billete de $1000 se lo mide por la cantidad de kilos de asado, por ejemplo, en 2017 alcanzaba para 7,8 kilos y hoy, ni para uno (900 gramos). De hecho, según la última medición del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, de entre una veintena de cortes, quedan apenas cuatro por menos de $1000: carnaza común, falda, osobuco y picada común.
En términos de litros de leche, el billete de $1000 permitía comprar 44,2 en 2017 y en 2022 solo cinco. En kilos de pan, pasó de 24,9 a 2,6. Y en litros de lavandina, de 61,31 a siete.
QUIENES SON CECILIA GRIERSON Y RAMÓN CARRILLO, LOS NUEVOS PROTAGONISTAS DEL BILLETE DE $2.000
La doctora Cecilia Grierson nació en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1859 y falleció el 10 de abril de 1934. Fue la primera médica de la Argentina, graduada en 1886 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Grierson ejerció como obstetra y kinesióloga.
En tanto, el doctor Ramón Carrillo nació el 7 de marzo de 1906 en Santiago del Estero. Fue neurocirujano, neurobiólogo, médico sanitarista y el primer Ministro de Salud de la Nación. Carrillo egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en el año 1929 con Medalla de Honor.
