Esta tarde, el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM) determinó que el haber mínimo pasará de $47.850 actuales a $57.900, teniendo una suba del 21% y un acumulado del 75% en lo que va del 2022.
La reunión se dio en medio de los reclamos de diferentes organizaciones sociales. El aumento se estará pagando en los meses de septiembre, octubre y noviembre. En el anteúltimo mes se volverá a revisar.
Los nuevos montos se establecieron de la siguiente forma: $51.200 en septiembre; $54.550 en octubre y $57.900 en noviembre. Para mayo pasado, el Gobierno Nacional había adelantado un aumento del salario mínimo que pasó de $45.540 el primero de junio, a $47.850 para el primero de agosto.
Este aumento se refleja directamente en los ingresos de los trabajadores informales, quienes son beneficiarios del Potenciar Trabajo, así como también en las jubilaciones y en el salario inicial docente.
Pero resulta insuficiente frente a los reclamos de las organizaciones sociales, que plantean que el mismo debería posicionarse en los $110.000, o sea, lo mismo que cuesta la canasta básica familiar para cuatro integrantes.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) entiende que esta canasta básica asciende a $36.019 por mes por persona. La canasta básica alimentaria (CBA), que limita la línea de la indigencia, subió un 6,3% y plantea que una familia precisa $49.466 para poder sobrevivir.
El Salario Mínimo impacta sobre más de 6 millones de personas, que tienen trabajos formales y sirve como parámetro para aquellos que cuentan con empleos informales.
Los argentinos que cobran el plan Potenciar Trabajo, unos 1,3 millones, también se guían por los valores del Salario Mínimo, así como también repercute en el salario inicial docente y en las jubilaciones, debido a que influye en el valor diferencial de la jubilación básica con el 82% móvil.
