A un año de la muerte de Diego Maradona, la AFA también le dejó un sentido y eterno homenaje. El edificio de la calle Viamonte tomará su nombre.
Muchos de los mejores momentos de la carrera de Diego -y el más emblemático- fueron con la camiseta de la Selección Argentina. Desde la casa madre del fútbol argentino, llegó un buen gesto en su honor.
Andrés Urich, asesor legal de la Asociación del Fútbol Argentino, confirmó que “de ahora en más el mítico edificio social de AFA, de la calle Viamonte se denominará Diego Armando Maradona”.
El abogado mostró en sus redes sociales el comunicado de la AFA, donde anuncian el “homenaje, recordatorio y muestra de afecto y cariño” que organizaron “para quien tanto nos dio”.
El comunicado de la AFA
“Con motivo del primer aniversario de la desaparición física de Diego Maradona, la Asociación del Fútbol Argentino, a través de su Presidente y Comité Ejecutivo, dispone nombrar a su edificio central de la calle Viamonte 1366 “EDIFICIO DIEGO ARMANDO MARADONA”.
Diego Armando Maradona es una leyenda. Y es único. Con la pelota en los pies nos hizo vivir cosas únicas a todos los argentinos. Nos representó y nos hizo inflar el pecho de orgullo.
Hijo de los inolvidables Don Diego y Doña Tota, Diego nació en el hospital Evita de Lanús Oeste. Tras una dura infancia en Villa Fiorito, logró cumplir su sueño de debutar en Primera División. La cita fue ante Talleres en 1976, un encuentro que con el correr de los años cada vez más gente afirma haber visto desde la cancha. Desde aquel día, Pelusa maravilló y sorprendió a todos. Con el paso del tiempo, vistió las camisetas de Boca, Barcelona, Nápoli, Sevilla, Newell’s y su amada Selección Argentina.
Emblema y referente argentino a nivel mundial, con la gambeta y ese potrero tan característico como principales estandartes. Leyenda. Campeón del Mundo en 1986 como máxima figura y capitán de la Selección Argentina. Héroe. Con su extraordinaria zurda hizo mucho más grande a nuestro querido Fútbol Argentino.
Desde el pasado 25 de noviembre que te extrañamos todos los días, Diego. Nos hacés falta. Te buscamos porque en realidad no te fuiste. Seguís viviendo en tu pueblo, al que nunca le fallaste. Y como siempre, aunque suene redundante y tal vez las palabras nos queden cortas, simplemente gracias por tanto, gracias por todo”.