El domingo pasado, Lidia Orthman, una correntina de 83 años, cumplió una de sus asignaturas pendientes de vida: voló por primera vez en una avioneta en Cañada Quiroz, una localidad que queda a un poco más de 10 kilómetros de capital.
La historia de Lidia es muy emocionante. Desde hace un tiempo, ella observaba las avionetas que pasaban por su casa y soñaba con estar ahí arriba alguna vez. “Fue una linda experiencia, miraba todo alrededor y veía todo pequeñito. Valió la pena la espera y no tuve miedo”, enunció la mujer.
La palabra de Lidia: “No tiene nada que ver la edad… es el ánimo de cada uno”
En diálogo con Mucho humo, el programa de El Litoral, la mujer contó que volar era uno de sus sueños pendientes. “Lo otro ya había practicado… me faltaba volar así que lo cumplí”, dijo la señora entre risas.
Según el relato de la correntina, sus cuatro hijos estuvieron presentes en el momento de la gran aventura y fueron ellos quienes le dieron la sorpresa de llevarla a volar. “Pensé que no lo iba a cumplir porque hace mucho les había dicho a mis hijos que quería esto. Había sido que nunca se olvidaron”, expresó Lidia.
La jubilada aseguró que “no tiene nada que ver la edad” a la hora de cumplir los deseos. “Es el ánimo de cada uno, el espíritu”, agregó. Por último, Lidia le recomendó a la gente de su edad “que se animen, que tengan la experiencia”. “Creo que a veces uno se mentaliza que le puede pasar algo y no se anima, pero no. Hay que pensar que va a ser para bien siempre”, concluyó.