El operativo comenzó el lunes a media mañana. En un primer momento las fuerzas transportaron hasta el aserradero unos siete mil kilos de marihuana e iniciaron la quema en el horno, que funciona en medio del pueblo.
Sin embargo, un juez federal de Corrientes suspendió la quema de 21 toneladas de marihuana porque los vecinos se quejaron por los efectos del humo que avanzaba sobre sus casas y temían que generara consecuencias en su salud.
El intendente Fracalosi dijo que “ningún habitante del pueblo tuvo que recibir atención médica, pero esto alteró a todos. La principal queja era por el humo que invadía todas las casas. Nosotros desconocemos las consecuencias que puede traer el humo sobre la salud y por eso pedimos que se suspenda (la quema) y se contemple la posibilidad de hacerlo en otro lado”, agregó.
En Corrientes es habitual que la Justicia Federal destruya grandes cantidades de marihuana y en menor medida de cocaína.
Los procedimientos suelen realizarse en los hornos incineradores de gran capacidad que tienen los aserraderos. Esta vez el lugar elegido no fue el adecuado y lo padecieron los habitantes de Colonia Libertad.