La causa por la agresión de cuatro policías de Río Cuarto a Carlos Galíndez sigue avanzando y ahora el abogado de la víctima solicita que se aplique la figura de lesiones gravísimas debido a que su defendido quedaría con secuelas permanentes según indicaron los médicos que le operaron la mandíbula.
“Se modifica la figura penal a lesiones gravísimas, agravadas por el carácter de ‘autoridad pública’ de quienes las provocaron”, explicó Diego Chiechi, abogado de Galíndez, a Radio Universidad.
Por otra parte, aseguró que “podrían haber otros delitos, como privación de la libertad, si se comprueban otras cosas” que continúan siendo investigadas.
Sobre el trabajo que viene realizando la fiscalía de Río Cuarto, a cargo de Fernando Moine, el letrado expresó: “Confiamos en que la fiscalía ha tomado todas las medidas y ha resguardado la prueba” y especificó “estos casos son bastantes complejos porque toda la instrucción está en manos de la policía”. Por el momento la causa no tiene imputados.
“Por eso considero bien que esas personas sean removidas momentáneamente de sus cargos para que pierdan el poder que tienen sobre la investigación”, especificó.
Por último, detalló que su defendido tiene miedo y vivió un “ataque de nervios” luego de que un investigador de la policía se acercó a la cama donde está Galíndez. El uniformado debió retirarse.
La operación
Este miércoles Carlos Galíndez finalmente fue operado luego de la brutal agresión que recibió por parte de policías de Río Cuarto. En la golpiza le quebraron la mandíbula y según indicó la esposa del agredido “le rompieron los nervios”.
“Le colocaron dos placas de titanio con clavos. Me acaban de decir que con las quebraduras y los golpes le rompieron los nervios que van por la mandíbula hacia el labio y el mentón, por lo que no va a tener nunca más sensibilidad en ese sector, ya que el nervio no se puede recuperar”, indicó Jorgelina, esposa del hombre.
“Dentro de todo, salió bien. Va a tener algunas dificultades”, había detallado la mujer luego de que la operación fuera exitosa.
El caso
Todo comenzó en la madrugada del domingo cuando cinco patrullas detuvieron a un vehículo que circulaba por la ruta en cercanías a Río Cuarto. En el operativo quedaron involucrados Galíndez y su esposa quienes estaban frenados en el sector. Los uniformados decidieron aprehenderlo a él ante la sospecha de algún vínculo con el otro automovilista y lo trasladaron a sede policial.
“Al descubrir que no tenía nada que ver, mi cliente se negó a firmar los papeles que había en la comisaría, sobre todo porque estaban en blanco por razones obvias”, comentó el abogado Diego Orlando Chiechi.
A su vez, según relató Jorgelina, luego de que Galíndez se negara a firmar un acta, “con un montón de espacios en blanco”, los trasladaron a la sede central de Policía, donde el hombre fue salvajemente golpeado, por lo que sufrió fractura de mandíbula y otras contusiones.