En Villa María se ha presentado una gravísima denuncia de abusos sufridos por una estudiante de una escuela secundaria, hechos que habrían ocurrido en el marco de una fiesta por el Último Primer Día.
La denuncia fue realizada en la Comisaría, por la madre de una alumna de un importante y tradicional colegio de Villa María, quien señaló además que hay un video grabado por otros estudiantes que participaban del festejo, ya en las primeras horas del miércoles 2 de marzo.
Además, se investiga si la chica fue drogada por los compañeros, según el testimonio que da la madre: “se prepararon una jarra de bebida, fueron a la barra, pidieron hielo y cuando ella bebió por segunda vez de su vaso, comenzó a sentirse mal y fue al baño, vio a un señor mayor que cuidaba el lugar y luego ya se descompuso y no recordaba nada más”, contó a El Diario.
El festejo fue en la sede del Centro Vecinal de Barrio Bello Horizonte y hacia allá fue la mujer en busca de su hija, tras ser llamada por una de sus amigas, que se alarmó por la situación.
“Mi hija estaba sentada en el cordón de la vereda, no podía ponerse de pie, se largó a llorar y no dejaba de pedirme perdón. Yo pensaba que era por su primera borrachera... Después me dijeron que les habían puesto algo en la bebida”, denunció.
Luego relató que cuando le preguntó por lo que había pasado, dijo que la niña “hizo una crisis nerviosa, por lo que pedí otro taxi y la llevé al hospital”.
Ya en el Hospital Rawson, la mujer reclamó que la atención no fue óptima: “la médica de guardia constató algunas heridas, marcas en el cuello, de lo que se conoce como ‘chupones’, pero no la revisó completa, no tardó más de 5 minutos y me dijo que la llevara a dormir porque estaba borracha”, denunció.
Un video compromete a los responsables
Para más detalles de la aberración, la madre contó que los propios participantes de la fiesta hicieron un video, que compartieron vía WhatsApp y que se volvió viral: “ella se reconoció por la remera negra y amarilla que llevaba puesta y por toda esa situación horrible que seguía en su memoria”.
Pero la cosa no acaba ahí, ya que identificaron al chico, con el que había hablado cuando fue a buscar a la hija a la fiesta: “Resulta que el jovencito que aparece en esas imágenes es el mismo cuyo papá se ofreció a llevarnos al Hospital Pasteur y que después nos dejó en casa; el mismo que iba en el asiento al lado de mi hija”, finalizó.