En aquel sábado 5 de octubre, cuando Instituto derrotaba a San Lorenzo 2 a 0 en Alta Córdoba y jugando mejor, nadie podía aventurar que ninguno de los tres volvería a ganar en Liga Profesional por más de un mes. La Gloria perdió otra vez y también Talleres, ambos de locales, mientras que Belgrano consiguió apenas un punto.
Estas migajas que caen de la mesa principal en los primeros puestos de las tablas, marcan el mal momento de los equipos de Córdoba, con el agravante de que se les escurren entre las manos los objetivos que tenían planteados. Para ser claros, y aunque las matemáticas mantienen una llamita de ilusión, Talleres se despidió del título, para Belgrano es casi imposible volver a Sudamericana y a Instituto también se le puso difícil.
TALLERES, DE LA ILUSIÓN A LOS SILBIDOS
Talleres debía ganar para de una vez por todas arrimarse a la punta. Empezó arriba ante Lanús por Palacios, y se vino abajo como castillo de naipes porque el equipo del Ruso Zielinski se lo dio vuelta. Y sin ponerse colorado, mejor dicho Granate...
El “Cacique” Medina, quien todavía no logró ganar dirigiendo desde el banco, salió a poner la cara mientras sus jugadores se iban en fila y en silencio, bajo el coro de silbidos que los despidió de la cancha. Primera vez en mucho tiempo. Por un equipo sin la energía, determinación y fiereza de pelear en serio el título. Sin alma. Vélez se escapó, queda un último sprint para asegurarse entrar a Libertadores 2025. Hay que tomar riesgos y acelerar como Colapinto, y sin chocar.
INSTITUTO, EL MONUMENTAL FUE DE RIVER
Instituto, que había perdido contra Racing jugando mal, perdió contra River en Alta Córdoba jugando un poco mejor. No es el Instituto de hace un mes atrás, con el ingreso a Copa Sudamericana entre ceja y ceja. Y el mismo Diego Dabove lo admite. Y su rival le tiró la chapa encima, con un ingreso estelar de Pity Martínez.
Nico Dubersarky, tras haber salido del equipo, fue capitán; el Gatito Lodico siguió como titular después de que lo sacaran a él, un infaltable; y no jugó de entrada Fernando Alarcón (¿gato encerrado?). Mientras tanto Roffo saca las que puede y algunas más, y los “9″ ya no meten ninguna. La cuota de gol estuvo a cargo de un rápido y furioso Gregorio Rodríguez, con caja de sexta.
BELGRANO Y SUS CLÁSICOS PROBLEMAS
Otro que tenía que ganar para revivir las chances de entrar a Copa Sudamericana era Belgrano, que por dos derrotas consecutivas en Alberdi fue sin margen a cancha de Banfield. Cuenta con Jara, segundo goleador del torneo (suma nueve), pero para ser franco, el equipo de Juan Cruz Real no aparece y se lo empataron.
El 1 a 1 dejó lejos al Pirata, a 12 de Unión de Santa Fe, último de los que se meten en Sudamericana; y con una multitud de competidores de por medio (10). Con lo que saldrá más exigido todavía este lunes ante Instituto en el Gigante, porque dicho sea de paso, no ganó ningún clásico desde su regreso a Primera. Se juega mucho Belgrano, y se juego mucho más Real.