El técnico de aquel Talleres que maravilló a propios y extraños en la década del ‘70, Roberto Marcos Saporiti, también se mostró dolido por la noticia del fallecimiento de uno de sus futbolistas mimados, Luis el Hacha Ludueña.
“Entre el Rana Valencia y el Hacha se llamaban a si mismos el arquitecto y el ingeniero, dentro de la cancha. El Hacha era un jugador de todas las épocas. Con Messi hubiera jugado con un cigarrillo en la boca”, lo destacó en diálogo con Futbolémico, por ShowSport Radio.
“Era cordobés hasta los huesos. Yo le decía que se cuidara mucho de los amigos del campeón”, agregó el Sapo, que además de dirigir a Talleres y a Ludueña en su esplendor, fue ayudante de campo de César Luis Menotti en la Selección campeona del mundo de 1978.
Precisamente, Menotti tenía al Hacha muy presente para la lista de convocados al Mundial, en gran parte por los informes de Saporiti. Y el volante se perdió la Copa del Mundo por un accidente doméstico en enero, en una pileta.
EL TIGRE BRAVO, OTRO HOMENAJE EN TALLERES
Humberto Rafael “El Tigre” Bravo fue otro de los que lamentó a viva voz la muerte del Hacha Luis Ludueña, su compañero de equipo en el Talleres subcampeón de 1978.
“Vivía a media cuadra de mi casa. Hacía un tiempo que ya no lo veía. Estaba un poco depresivo. Justo él, que siempre era tan alegre. Le daba alegría y hacía feliz a Talleres. Es un golpe terrible para mí, para Talleres y todo el fútbol en general”, rememoró el goleador.