Que una película logre conmover es lo mejor que puede pasar. Al film, a los esfuerzos puestos en su realización, y al espectador, quien le da sentido a la producción, quien la puede hacer eterna, gracias a la emoción que le produzca verla... vivenciarla. “Gustavo Trelles, todo es posible”, el film biográfico sobre el piloto uruguayo que logró cuatro títulos mundiales consecutivos de Rally en el Grupo N o de Producción, conmovió a Córdoba.
Nada menos que en la “capital del Rally Mundial”, como el propio Trelles definió a la Docta y a la provincia entera. Fue en una sala colmada de espectadores plenamente identificados con la cultura de la espectacular disciplina del automovilismo deportivo.
Uruguay en el mundo, gracias a Gustavo Trelles
Oriundo de Minas, Uruguay, Trelles amó la velocidad y los motores desde chico. La influencia de su padre fue determinante. Y desde el motociclismo sobre tierra hasta el automovilismo por las sierras de su país, construyó un modo de vida. Y con esfuerzos propios y de los auspiciantes que confiaron en él, proyectó su carrera deportiva y su bandera al mundo. Lo hizo con determinación. Lo consiguió.
Después de consagrarse múltiple campeón uruguayo, saltó a la escena internacional, dejando primero una notable huella en España, donde llegó a dominar los prácticamente indómitos autos del Grupo B, abolidos del Campeonato del Mundo. “Venía gente de toda Europa a vernos”, recordó Trelles en referencia a su campaña con Marlboro en el Español de Rallies de Tierra, en la segunda mitad de la década de los ‘80.
“Al Lancia Delta S4 tenía que llevarlo muy rápido; si uno lo llevaba más despacio, era más fácil cometer errores”, cuenta en el documental. El coche, ex Martini Racing, tenía alrededor de 500 caballos.
Sainz: “Si Trelles fuera un personaje no inventado aún en el mundo, habría que inventarlo”
Ser reconocido, distinguido, está entre las principales motivaciones humanas. Y está claro que, en su campaña deportiva, Trelles lo ha sido desde que marcó los mejores tiempos en su Uruguay natal. Sin embargo, la forma en que Carlos Sainz habla sobre él en el film eleva esta noción de manera muy particular. “Si Trelles fuera un personaje no inventado aún en el mundo, habría que inventarlo”, define el español.
“Una gran persona, un amigo de toda la vida. Un gran profesional, capaz de lograr que el coche de rally vaya como él quiere. Alguien que con determinación fue capaz de proyectarse al mundo, desde un país pequeño de América del Sur, sin mayor tradición de pilotos de Rally”, dice el bicampeón mundial 1990 y 1992 y ganador de cuatro ediciones del Dakar (18 participaciones en la odisea).
Y refuerza el concepto, Sainz, con su propia historia: “Lo de Gustavo, viniendo de Uruguay, fue como nosotros, saliendo desde España en nuestra época. O el propio Fernando Alonso en la Fórmula 1.”
No por nada, Sainz, junto a su navegante Luis Moya, se convirtió en 1990 tanto en el primer no escandinavo en ganar el famoso Rally de los 1000 Lagos de Finlandia, como en el primer español campeón mundial de Rally -siendo sigue el único, 33 años después-.
Trelles y su legado en el Rally de Argentina
Fueron, exactamente, 19 las veces que Trelles afrontó el Rally de Argentina, la prueba mundialista que más cerca le quedaba de su nación. Esto quiere decir que corrió nada menos que la mitad de la historia de la gran carrera de la provincia de Córdoba.
Inolvidables, sus cinco victorias en el Grupo N, durante sus años en el Mundial de la categoría, que ganó en cuatro temporadas y de manera consecutiva (1996, 1997, 1998 y 1999), a la que se suma la de 1989, en los inicios de la división de Producción.
Pero también, fulgurante fue su paso a bordo de coches de la primera división, entonces llamado Grupo A/8. En 1992, en Tucumán, logró su mejor resultado absoluto en Argentina: tercero, navegado por Jorge Del Buono en un Lancia Delta HF, la “Deltona”. El marplatense fue en su butaca derecha a conseguir dos campeonatos del Grupo N.
El cordobés Martín Christie fue también su navegante; de victorias por el mundo, de los otros dos de sus cuatro títulos. De tantos y tantos caminos por el planeta.
Lágrimas en el cielo: el recuerdo de Trelles a Recalde.
Antes de que el film se inicie en la ansiosa sala cordobesa, Trelles habla, agradece, recuerda, se emociona. Y en la expresión de sus lágrimas, revive su paso ovacionado por las sierras de Córdoba. Y reconstruye algunos de los momentos más importantes de su vida, que compartió con el mismísimo Jorge Recalde.
“Gustavo Trelles, todo es posible”. Se apaga la luz, comienza la película. Trasciende su legado.