La tranquilidad de la ciudad de Río Tercero se vio alterada cuando las autoridades de la planta de Atanor detectaron la falta de una cantidad significativa de un valioso elemento químico: el paladio. Este metal, cuyo precio en el mercado internacional alcanza cifras millonarias, fue el objetivo de un intento de robo por parte de dos operarios de la misma fábrica.
DETUVIERON A DOS EMPLEADOS POR INTENTAR ROBAR PALADIO
Según fuentes policiales, tras una intensa búsqueda llevada a cabo por personal del Duar en las instalaciones de la empresa, se logró recuperar cuatro kilos del material. El paladio había sido ocultado en el interior de una cañería ubicada en uno de los depósitos de la fábrica, presumiblemente con la intención de sustraerlo posteriormente.
La detección del paladio por parte de las autoridades de Atanor desencadenó el operativo que culminó con la detención de dos operarios de 47 y 52 años. A estos trabajadores se les secuestró una riñonera que contenía restos de paladio, lo que los vincula directamente con el intento de robo.
QUÉ ES EL PALADIO, EL METAL QUE VALE MILLONES DE DÓLARES
El paladio es conocido como un metal de transición de color blanco plateado. Pertenece al grupo del platino y comparte con estos metales propiedades químicas similares, aunque posee el punto de fusión más bajo y es el menos denso de todos ellos.
Una de las razones de su elevado valor radica en su escasez y sus múltiples aplicaciones industriales. Se estima que los cuatro kilos de paladio que intentaron robar están valuados en unos 200 mil dólares. Este metal precioso es utilizado en la industria automotriz, principalmente en los convertidores catalíticos de los vehículos, donde juega un papel crucial en la reducción de gases nocivos.

Sin embargo, sus usos no se limitan al sector automotor. El paladio también es empleado en la joyería como una alternativa al platino o al oro blanco, aportando blancura natural y siendo más ligero y duro que el platino.
Además, se encuentra en diversos productos electrónicos como computadoras, teléfonos móviles y condensadores, así como en aplicaciones en la odontología, la medicina y la purificación de hidrógeno. Incluso se utiliza en la fabricación de instrumentos quirúrgicos y contactos eléctricos.