En época de fiestas, el debate por el uso de fuegos artificiales llega a la mesa de las familias a lo largo de todo el país. En la provincia de Córdoba, la Fundación Familias CEA (Condición Espectro Autista) exige una ley que regule su comercialización y uso.
La abogada e integrante de la entidad, Marta Lastra, es madre de un niño que tiene autismo y contó cómo vive algunas situaciones relacionadas a los efectos lumínicos y sonoros. “No podemos poner luces en el árbol de Navidad de casa porque mi hijo las ve y me dice ´viene el boom´”, detalló en diálogo con Cadena 3.
La situación narrada anteriormente se replica en el supermercado y lugares donde hay luces intermitentes. “No entra en crisis ni llega a autolesionarse, pero lo sufre”, contextualizó la madre.
La falta de regulación legal a nivel provincial y nacional
“Existen algunas ordenanzas municipales que limitan algo que no está prohibido todavía. Quedamos librados a lo que la gente tenga como principio”, reflexionó la señora. Luego, apuntó e indicó que hace falta coherencia entre los gobiernos provinciales y municipales.
La ordenanza Pirotecnia Cero existe desde 2016 en la capital y en otras ciudades vecinas, pero esto no alcanza. “Las leyes que pueden prohibir o permitir son nacionales o provinciales y los municipios solo tienen potestad de ordenanzas para regular lo que está permitido o prohibido por ley”, contextualizó la letrada.
A partir de esto, la jurista expuso que es inconstitucional prohibir algo que si se permite o que no se prohíbe desde una ley nacional o provincial. Por esto, “la ordenanza de Córdoba es de carácter inconstitucional pero más allá de eso lo que buscan estas ordenanzas es la posibilidad de generar más conciencia”, rescató.
Qué pide la Fundación Familias CEA
El colectivo no exige la prohibición, sino una ley que regule el uso y la comercialización de la pirotecnia. Está probado que el límite sano para ellos (personas con espectro de autismo) es de 87 decibeles”, concluyó la profesional que anhela por una sociedad unida.
