Dos de las principales autoridades de la Policía de Córdoba recibieron, este martes, a Paula y Ayelén, una pareja de jóvenes que denunció violencia por parte de la institución. De la reunión, también participó la abogada de las denunciantes, Laura Sesma.
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Liliana Zárate Belletti, jefa de la Policía de Córdoba y María Paredes, directora general de Control de Conducta Policial, se reunieron con las presuntas víctimas para ponerse a disposición y aportar datos a la investigación del hecho sucitado el pasado 16 de abril.
Zarate Belletti expresó el compromiso de la institución por esclarecer los hechos denunciados, remitiendo a la Justicia y al Tribunal de Conducta, todas las constancias que puedan contribuir a la dilucidación de los hechos.
Además, ambas funcionarias aportaron comunicaciones y registros tecnológicos que posee la Institución, con el objetivos de brindar toda constancia que fuese requerida, evidenciando un compromiso absoluto con el esclarecimiento del hecho.
La denuncia por violencia policial
Dos cordobesas realizaron una denuncia ante la Justicia de Córdoba, por diferentes actos de violencia recibidos de efectivos policiales. La historia aúna abusos policiales, vejámenes, homofobia, violencia de género y hasta un robo, según lo expuesto por las jóvenes.
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Las víctimas aseguran que fueron detenidas por efectivos policiales en un control de la zona de Parque las Tejas. Donde tras pedir carné de conducir, tarjeta verde y documento de identidad a la conductora, comenzaron a agredirlas al notar que eran pareja.
Ante el reclamo de las jóvenes, los efectivos decidieron aprehenderlas bajo el cargo de “resistencia a la autoridad”. “Las trajimos por hacerse las feminazis”, cuentan ellas que la mujer policía le dijo a otro jefe policial que estaba en la puerta. “Hola, chiques. ¿Así es el idioma en el que ustedes hablan, no?”, les dijo este funcionario policial a las jóvenes en torno burlesco, siempre según lo que ellas denuncian.
Esposadas, fueron ingresadas allí y conducidas a un sector donde estaban otros detenidos. Todo, según la denuncia, pasó por fuera de la Justicia, pese a que gran parte del relato sucedió dentro de la Ufai. Paula cuenta que fue arrastrada, levantada por las esposas, sacudida y maltratada en diversos sentidos. “Me sentí denigrada”, resumió.