La marca personal de Francisco se construye sobre pilares que hoy son emblema de su papado y que, en conjunto, redefinieron la comunicación de la Iglesia Católica en el siglo XXI: austeridad, humildad, innovación, reformas, empatía y compromiso social.
CÓMO ES LA MARCA PERSONAL DEL PAPA FRANCISCO
Antes de ser Papa, Jorge Bergoglio era un cardenal que caminaba las calles de Buenos Aires en colectivo y subte, visitaba villas de emergencia y tomaba mate con la gente. En una Argentina atravesada por crisis económicas, tensiones políticas y una fuerte brecha social, su imagen ya destacaba por un liderazgo silencioso pero firme. No buscaba flashes: transmitía autoridad desde su cercanía real, no desde el protocolo.
Cuando fue elegido Papa en 2013, en un contexto mundial de desconfianza hacia las instituciones, Francisco rompió el molde desde el primer minuto. Eligió el nombre Francisco en honor a San Francisco de Asís, símbolo de pobreza y servicio. Rechazó vivir en el lujoso Palacio Apostólico y se trasladó a la Residencia Santa Marta. Usó los zapatos negros gastados que traía de Buenos Aires y prefirió un Ford Focus como auto oficial. Cada gesto fue un mensaje de marca personal potente: ser autoridad no es estar arriba, sino al lado.
La austeridad no fue pose; fue coherencia. Como él mismo expresó en una de sus primeras audiencias públicas: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”.
Su comunicación, basada en gestos y acciones concretas, fortaleció la percepción de autenticidad. Su vestimenta sencilla, su sonrisa franca y su lenguaje accesible acercaron el mensaje a públicos cada vez más amplios y diversos.
EL PAPA FRANCISCO ROMPIÓ LOS MOLDES DE LA IGLESIA
Francisco impulsó reformas internas profundas en el Vaticano. Desde la creación del Consejo de Cardenales (C9) para asesorarlo, hasta la reforma de la Curia Romana y el fortalecimiento de los organismos de control financiero. Buscó modernizar estructuras anquilosadas y democratizar decisiones. Según datos del Centro de Investigación Pew Research (2023), el 70 por ciento de los católicos a nivel mundial considera que Francisco “ha hecho que la Iglesia sea más cercana a la gente”.
Francisco no solo predicó el cambio, sino que lo vivió en actos concretos. Luchó por la dignidad de los migrantes, visitó cárceles, recibió refugiados en el Vaticano y abogó por políticas ambientales a través de la encíclica Laudato Si’ (2015). Su mensaje es claro: “Defender la Tierra, defender la vida” (Laudato Si’, 2015).

En un giro inédito para la historia papal, Francisco afirmó: “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?” (Conferencia de prensa, vuelo de Río a Roma, 2013). Esta postura generó un movimiento hacia una mayor inclusión en sectores donde históricamente primaba el rechazo.
Francisco también abrió la posibilidad para que las mujeres ocuparan, por primera vez, cargos de alta responsabilidad en el Vaticano. Nombró a mujeres como subsecretarias en el Sínodo de los Obispos y en varios Dicasterios.
Reconoció públicamente: “La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el rol que la mujer desempeña” (Homilía, 2019). Según una encuesta del Boston College (2022), el 72 por ciento de los católicos apoyan que las mujeres tengan más roles de liderazgo en la Iglesia.
EL PAPA FRANCISCO Y SU CERCANÍA A LA GENTE
Cercano y futbolero, Francisco nunca escondió su pasión por San Lorenzo de Almagro. Recibió al plantel en el Vaticano tras la obtención de la Copa Libertadores en 2014 y suele bromear sobre su fanatismo como un rasgo de su identidad popular.

Formado en una Argentina de contrastes sociales y políticos, su liderazgo fue templado por la austeridad, el compromiso social y una visión de Iglesia en salida, presente en los márgenes y entre los más olvidados.
Una fuerte imagen personal estratégica. Cada detalle, desde sus zapatos gastados hasta su auto sencillo, fue una declaración de principios. Francisco demostró que en la era de la hipercomunicación, el líder que inspira es el que predica con el ejemplo y conecta emocionalmente desde su coherencia.
Hoy, la marca personal de Francisco es una de las más reconocibles y admiradas del mundo. Su liderazgo redefine el rol espiritual en tiempos donde la credibilidad institucional está en crisis. Enseña, con su vida y sus actos, que el verdadero poder no se impone: inspira.
*Relacionista pública experta en personal branding.