Continúa la planificación de obras en la provincia de Córdoba. En esta oportunidad, las localidades beneficiadas serán Jesús María y Colonia Caroya. Así lo anunció el secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, quien confirmó la aprobación de dos proyectos presentados ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que implicarán ambas ciudades mejoras viales por 230 millones de pesos.
La comunicación se realizó en el edificio municipal de Jesús María donde el intendente Luis Picat detalló que, en su caso, la financiación permitirá la pavimentación de alrededor de 70 cuadras que beneficiarán a unos 11 mil vecinos de seis barrios de la ciudad y por un monto de $ 168 millones. Según se especuló, antes de que concluya enero la obra tendría que ser licitada.
Por su parte, Martín Gutiérrez, presidente de Vialidad Provincial, confirmó que también obtuvo el visto bueno la obra que le permitirá a Colonia Caroya pavimentar los accesos a varias de sus escuelas públicas que están en la zona periurbana y a las que, hoy, se accede exclusivamente por caminos de tierra. En este caso, la primera parte del proyecto implica la inversión de alrededor de 50 millones de pesos.
En el caso de Jesús María, vale consignar que el proyecto original suponía la construcción de una nueva terminal de ómnibus, pero que se valoraron los pros y contras del lugar en el que pretendía emplazarse y se terminó renunciando a dicha iniciativa.
Por ese motivo, con las autoridades nacionales se comenzó a trabajar en una reconversión del proyecto para poder utilizar ese dinero en esta nueva propuesta que supone mejoras para los barrios Sierras y Parques, Latinoamérica, Santa Gema, Florida Norte, Santa Elena y Promuvi II.
Mejoras urbanas
“Tenemos en la ciudad algunos barrios con más de 40 años de antigüedad que todavía tienen sus calles de tierra donde los vecinos, cuando llueve y no tienen cómo movilizarse, tienen que pisar el barro para ir a esperar el colectivo. Otros (barrios) no tienen salida cuando se inundan las calles”, reseñó Picat sobre la realidad de algunos sectores. El funcionario añadió: “Por eso, planteamos que todos los barrios tengan por lo menos un acceso pavimentado, sea a través de una avenida principal o un bulevar o de una calle principal. Se van a ver beneficiados más de 11 mil vecinos que, ante una emergencia, van a poder salir del barrio para ir al hospital, o llevar los chicos a la escuela”.
Otro aspecto que se detalló es que la pavimentación se encarará con el “hormigonado” de las calles que, aunque un poco más oneroso que el “asfaltado” garantiza una durabilidad de, al menos, 25 años. Las mejoras incluirán, además, demarcación y señalética. Con la inversión, se salda una deuda con la zona Este y Suroeste de la ciudad que experimentaron uno de los mayores crecimientos inmobiliarios y del parque automotor durante las últimas dos décadas.
A su turno, Martín Gill saludó la decisión del municipio de desechar la idea original de construir una nueva terminal y de procurar esos fondos para una obra más transversal a todos los vecinos: “Hace unos días obtuvimos la no objeción por parte del BID para que ésta sea una de las obras a ejecutar rápidamente. Hemos recibido el proyecto del pliego y me animaría a decir que en el curso de este mes estaríamos en condiciones de proceder al llamado de licitación para que sea una de las obras que forman parte de esta estrategia de reconstrucción de la Argentina con la obra pública”.
