“No es por mí que salimos campeones… es por el grupo, por todos los que hacemos Platense. Hicimos historia y quedamos en la historia del club. Pienso en mi mujer y en mis hijas, las que me apoyaron siempre. Mi familia toda, que saben todas las que pasamos”. Textual de Guido Mainero, surgido en Instituto y autor del gol para ganar la final del Apertura ante Huracán.
El cordobés de 30 años se conmovió hasta las lágrimas en su hora más feliz. Se fue de Instituto luego de un regreso trunco en 2024, y en Platense se reinventó para ser titular, figura y ahora autor de una alegría imborrable para el equipo de Vicente López.
De volea, puso el 1 a 0 sobre Huracán en la final en Santiago, para lo que fue el festejo “Calamar” de un título histórico. “No lo podía creer, cómo me quedó la pelota, como entró. Le pedí a los muchachos que sueñen, y yo fui el tocado por la varita”, exclamó Mainero, hasta las lágrimas.
“Somos un grupo humilde que soñó en grande, y bien merecido lo tenemos. Porque estuvimos a la altura de los que se nos pusieron enfrente, y pudimos pasar. Felicidad pura”, resaltó.
A INSTITUTO, EN BICICLETA
Guido Mainero hizo sacrificios en su carrera, desde los comienzos en Instituto, donde iba a entrenar en bicicleta desde su casa en barrio Juan B. Justo hasta el predio La Agustina.

Así lo narró en La Voz en 2027. “Era en una bicicleta amarilla, hasta el predio. Pegué el estirón y me quedó chica. Igual son seis o siete cuadras nomás. Por suerte, hace poquito me pude comprar un auto, pero aun estando en la Primera me venía en la bici”.
“Al comienzo, cuando aún no tenía un sueldito era uno más de los de abajo. Ahora por suerte me toca venir en auto pero sigue la misma humildad de siempre. Aparte no gasto ni en nafta. Ahora a la bici la tengo guardada en casa. Igual vivo tan cerca del predio que no llegaba ni a entrar en calor”. Y fue con final feliz.