Con 25 años, Gregorio Mandini se convirtió en el segundo cordobés en integrar el equipo de Alpha Tauri de la Fórmula 1. El joven de Leones lleva prácticamente un mes trabajando para la escudería italiana y viviendo en Faenza, donde el equipo tiene la fábrica. En diálogo con Vía Córdoba, contó cuál es su tarea en el equipo y cómo es por dentro el mundo de la máxima categoría del automovilismo mundial.
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En 2019, Gregorio decidió viajar a Suiza para trabajar en un equipo de Fórmula 4. Esta oportunidad la consiguió gracias a un contacto con Luciano Crespi, un ingeniero argentino que se desempeña en Jenzer Motorsport.
Al año de estar trabajando en ese equipo, Grego también entabló una amistad con Nicolás Bianco, mecánico del equipo de Fórmula 1, Alpha Tauri. Justamente este cordobés de Marcos Juárez fue el que le avisó de una nueva oportunidad laboral en “la máxima”.
“Empezamos a hablar y hace dos o tres meses me avisó que estaban buscando gente para laburar y me dio un mail para mandar el currículum, lo mandé y a los días me contactaron y empezó todo el proceso. Tuve que pasar por cuatro o cinco entrevistas virtuales y después una entrevista presencial final hasta que me dijeron que me contrataban y me tenía que venir para acá”, contó Grego Mandrini a Vía Córdoba.
Sobre sus tareas detalló: “Dentro del equipo estoy como encargado de ruedas de Tsunoda. Me encargo de todo lo que respecta a la rueda: las gomas (presión, temperatura), llantas, el control del kilometraje de las tuercas y revisión de todos los sistemas. Cuando entré y me dicen que el trabajo que buscaban era este, no sabía mucho al respecto de lo que conllevaba. Es un trabajo muy delicado y que demanda mucha responsabilidad de la que yo pensaba”, expresó.
El haber llegado a la máxima categoría del automovilismo mundial también conlleva una gran responsabilidad. Grego lo grafica de la siguiente manera: “Las opciones a que haya un error son cero, no se puede fallar. Se viven momentos como en la qualy de mucha tensión, donde es una hora en la que todos están al límite, que pasa muy rápido. En ese momento hay que estar muy alerta, hay mucha adrenalina en un box de Fórmula 1. Tenés que estar atento a todo, no solamente a tu trabajo”.
Su trabajo durante los días de carrera demanda algunas actividades diferentes a las de los días de semana en la fábrica. En estas tareas la concentración, como dijo, son extremas y además debe reportar a diferentes personas para que todo salga a la perfección.
“Vos tenés la FIA que te da unas temperaturas máximas de salida y a la vez Pirelli te da unas presiones mínimas que hace que todo esto sea bastante delicado. Al estar en la Fórmula 1 el equipo quiere el máximo rendimiento y si el límite es 100, quieren 100. Hasta ahí va todo muy bien, pero todo es muy delicado y la presión y la temperatura se van para arriba como nada. Cuando te descuidaste estás en grilla con 107° en vez de 100° y viene la FIA y te dice ‘largás de boxes’, arruinaste una carrera”, detalló.
Y especificó: “Esto es solo las ruedas, imaginate el resto. En un fin de semana usamos un set de 25 ruedas. Todo esto que te nombro es por 25. Yo entrego el set cuando lo tengo listo y los mecánicos se encargan de ponerlo en el auto. Al sacar las ruedas hay que mostrárselas a la FIA y recién ahí me las puedo llevar. Me encargo de todos los sets del fin de semana con este nivel de detalle y precisión”.
A su vez, durante los días de semana sus tareas varían un poco y allí además de sus tareas habituales también se encarga de algo de logística. “El control de las llantas también me encargo que se haga, lo hace la misma fábrica que las hace. Cada llanta se controla cada 500 kilómetros. En la semana me encargo de que ninguna se pase del kilometraje. Y si no tengo nada que hacer también estoy a cargo de organizar y mandar todos los kits que se van a las siguientes carreras por vía marítima o aérea”.
El gran trabajo que viene realizando Grego también aceleró los tiempos, sorprendiendo y alterando los planes del propio equipo. “Las expectativas que ellos tenían es que yo vaya aprendiendo el trabajo, teniendo un plan de aprendizaje a un plazo bastante más largo del que lo fui logrando. Enseguida vieron que podía con el trabajo y ya para la carrera en Inglaterra me dieron el 100 por ciento del trabajo a mí cuando tendría que haber seguido con un compañero. Creo que las expectativas que tenían sobre mí las he podido enfrentar bastante bien. Mis expectativas eran las mismas, aprender a hacer bien el trabajo, desarrollarme en el equipo”, comenta.
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Incluso desde Alpha Tauri ya piensan en asignarle nuevas tareas luego de capacitarlo. “Tienen las expectativas de que en el plazo de cinco o seis meses entrenarme para formar parte del pit stop. Para estar ahí lleva un entrenamiento físico y mental, son cinco o seis meses para poder empezar a formar parte. Las estrategias de pit stop están calculadas al mínimo detalle. Son cosas muy precisas en las que no podemos fallar. Ahí tenés que estar muy preparado y olvidarte del mundo”, declara.
Qué se necesita para llegar a la Fórmula 1 y cómo es vivir ese mundo desde adentro
“El hecho de estar en la Fórmula 1 implica un estilo de vida diferente porque durante el fin de semana estás trabajando y en la semana estas libre. Vengas del equipo que vengas cuando entrás a la Fórmula 1 es un mundo aparte. Acá la plata es lo último, primero está la precisión y dar el 110%, después se ve cuánto cuesta. Todo dentro de un equipo de Fórmula 1 te impresiona y decís ‘no puede ser’. Cada cosa que ves te sorprende”, con esas palabras Grego expresó lo que siente desde hace prácticamente un mes.
Pero la pregunta que muchos se hacen es qué se necesita para llegar a trabajar en este universo donde la exigencia y la presión están siempre al límite.
Grego lo analizó y consideró: “Se necesita, como me decía mi viejo, ‘darse maña’. Se necesita ser lúcido en el sentido de aprender rápido, de poder lograr mucha concentración y estar muy alerta a todo lo que está pasando más allá de que estés concentrado en lo tuyo”.
Y concluye con un dato muy particular: “Una cosa que sabemos hablar con Nico es que al venir de Argentina nos ayuda mucho que ante un problema sabemos improvisar y resolver con lo que tenemos a mano. Por ahí otros ante un problema fuera de lo normal se ahogan en un vaso de agua y nosotros seguimos buscando la solución. Creo que eso el equipo lo ve y lo destaca. Me parece que es algo muy propio del argentino, de resolver con las opciones que tiene sean muchas o pocas. Estamos acostumbrados un poco a eso”.