Los resultados de la autopsia y la modificación en su imputación derivaron en la liberación de una mujer, que seguirá imputada por la muerte de su pareja, tras una pelea en la mañana del 3 de enero, en su casa de Mendiolaza, en Córdoba.
De acuerdo al informe de los peritos forenses, Ariel Rosales, de 47 años, no murió a causa de los golpes que habría recibido en una discusión con su pareja Marisa Judith del Castillo, y su deceso habría sucedido por un infarto provocado por el estrés de la situación.
Con esta novedad, Del Castillo quedó ahora imputada por homicidio preterintencional y ya no será acusada por homicidio calificado por el vínculo, al comprobarse que el hombre no murió por los golpes que presentaba, dijeron voceros del caso a La Voz.
El hecho que conmocionó a la comunidad de Mendiolaza ocurrió el domingo 3 de enero, y en primera instancia fue la mujer, que se desempeña como martillera, quien dio aviso a la Policía argumentando que su pareja había regresado a casa “todo golpeado” y muerto a poco de ingresar.
En su primera versión, ella había dicho que tras una fuerte discusión, Rosales salió a caminar por el pueblo y volvió a la casa ya con lesiones en la cabeza, por lo que seguidamente se descompuso y murió.
Ante este relato, la fiscal Betina Croppi y algunas contradicciones de la mujer, ordenó su detención inmediata pero ahora el fiscal Pueyrredón dispuso el pasado viernes la liberación de la acusada, al considerar el informe que ninguna de las heridas pudo haber causado la muerte de la víctima.
La mujer sigue imputada pero por el presunto homicidio preterintencional, delito que tiene una escala penal de prisión de 1 a 3 años.