En las últimas horas, se conoció el fallecimiento de una alumna de Misiones que había venido a Córdoba por un viaje de egresados de la escuela primaria. Se trata de Juanita Sirimarco, quien comenzó a sentirme mal cuando regresaba a Posadas. Estuvo internada y finalmente, murió.
De acuerdo a las primeras pericias, la nena contrajo una grave infección durante su viaje a Carlos Paz. Hay un profundo dolor en la comunidad educativa de la institución a la que asistía. Varios de sus compañeros también se enfermaron.
MUERTE DE JUANITA: HABLÓ EL ABOGADO DE LA EMPRESA DE VIAJES
Con el correr de las horas, el abogado de la empresa de viajes que trasladó a Juanita y todos los alumnos desde Misiones a Carlos Paz, y viceversa, Martín Ayala, dio su versión de los hechos para “evitar la incertidumbre”, dijo, en diálogo con El Doce.
En primera instancia, confirmó que la niña se sintió mal tras la cena en San Francisco. “Alrededor de las 2, las maestras le tomaron temperatura y detectaron fiebre de 38 grados”, expresó. Ante este escenario, hablaron con el médico vía teléfono.
“Les recomendó un inyectable para bajar la temperatura y un antipirético y tratar de resolver el problema estomacal”, contextualizó Ayala sobre la decisión que tomaron las personas que estaban dentro del colectivo.
POR QUÉ EL COLECTIVO DE EGRESADOS NO FRENÓ EN CÓRDOBA
En el siguiente control, Juanita mostró un descenso de temperatura y una mejoría. “Llegó a Posadas consciente y sin síntomas”, confirmó el letrado. Sin embargo, sus padres la llevaron al hospital, donde “la atendieron en consultorio porque no presentaba síntomas”.
Finalmente, en base a los informes médicos del nosocomio de Misiones, la paciente quedó en revisación y en ese intervalo tuvo un cuadro de shock, fue internada y falleció a los cinco días.
“El informe que habla de Influenza B no tendría relación con la lesión en la rodilla”, ponderó Ayala, quien confirmó que el colectivo no frenó en ningún momento en Córdoba porque “quienes estaban allí no pensaron que la internación de urgencia no sea necesaria”.
SE ENFERMÓ EN UN VIAJE DE EGRESADOS A CÓRDOBA Y MURIÓ
La menor de 13 años comenzó a sentirse mal mientras regresaba a su ciudad, Misiones, luego de pasar unos días por la villa serrana junto a sus compañeros de séptimo grado del Instituto Cristiano República Argentina (Icra). Horas después de llegar a Posadas, fue ingresada en el Hospital Pediátrico de la ciudad.
.“El cuadro fue una sepsis y se halló el virus Influenza B positivo. El cuadro de shock séptico es un cuadro extremadamente grave”, dijeron los médicos a El Territorio. La salud de la niña empeoró con los días y este sábado, falleció por un shock séptico.
El hospital confirmó que Juanita dio positivo en Influenza B. Asimismo, varios de sus compañeros también contrajeron el virus, pero se recuperaron sin mayores dificultades.
EL DESGARRADOR RELATO DE SU MADRE SOBRE EL VIAJE
La mamá de Juanita, Claudia Díaz, denunció negligencia por parte del colegio y la empresa que organizó el viaje. “Todo salió mal en ese viaje”, dijo a La Nación sobre el viaje en el que ningún padre pudo acompañar a los estudiantes, por decisión de la escuela.
“Al tercer día, mi hija se tiró de un tobogán gigante y, al caer en el agua, se le salió la rodilla de lugar. Alguien se la recolocó y la llevaron al hospital. Le colocaron una férula, le hicieron una radiografía y le recetaron diclofenac y paracetamol. Ella nunca tomaba medicamentos. Me envió fotos de todo”, siguió.
Asimismo, recordó que Juana le contó que algunos de sus compañeros estaban medicados y otros parecían haber contraído alguna enfermedad. Según la mujer, al menos ocho chicos presentaron síntomas en cinco días. “Dolor de panza, de garganta, o insolación. Ese viaje fue un horror; los levantaban a las 7 de la mañana y no los acostaban hasta la medianoche. No estaban acostumbrados a ese ritmo”, sostuvo.
El lunes 7, Juanita cumplió 13 años. Según Claudia, ya no le dolía la rodilla pero sí la garganta. Esa misma noche regresaron a Posadas, fue en ese viaje que la niña empeoró. “A las 2 de la mañana comenzó con vómitos y diarrea, y tenía 39 grados de fiebre”, relató su madre.
En lugar de detener el colectivo en algún centro médico, se comunicaron por teléfono con un doctor, quien recomendó administrarle Dipirona, un analgésico y antipirético. “No se la pusieron por vena porque el colectivo se movía demasiado, así que se la inyectaron en la cola”, añadió.
UN VIAJE DE TERROR: CÓMO EMPEORÓ LA SALUD DE JUANITA
La madre relató que fue informada de la situación a través de las maestras, con quienes se comunicaba por WhatsApp. Sin embargo, hubo un inquietante lapso de seis horas en el que no recibió ninguna noticia. “Desde las 2 de la madrugada hasta que me mandaron un mensaje a las 8.15 de la mañana, yo le decía a Alejandra –una de las maestras– que tenían que llevarla a un hospital. Estaban en Corrientes, pero me respondían que no podían detenerse porque los hospitales de allí eran ‘malos’”, manifestó.
Cuando el grupo se detuvo en Corrientes para desayunar, Juanita ya no podía levantarse de su asiento. “¿Cómo, al ver a una criatura con síntomas tan extraños, no vas a parar para llevarla a un hospital?”, reclamó Claudia. “Ellos se fueron a desayunar, mientras ella empeoraba, y luego siguieron el camino. Yo estaba desesperada”, describió.
El micro llegó a la terminal al mediodía del martes 8 de octubre. “Tenía los ojos rojos, llenos de sangre, y la boca negra. Algo estaba muy mal. Ni siquiera se rio cuando me vio”, recordó Claudia. Enseguida fue trasladada al hospital pediátrico Fernando Barreyro, donde llegó en shock.
“La llevaron a la guardia de emergencias. Le pusieron litros de suero para que reaccionara, pero tenía la presión bajísima, en 2.9″. “Luego pasó a terapia, y la perdí. Nunca más pudo levantar la presión”, lamentó la mujer.