En el año 2021, salieron a la luz las maniobras delictivas de una secta ubicada en Traslasierra, en el interior de Córdoba. Allí el acusado, Álvaro Juan Aparicio Díaz, junto a su esposa, Carolina Laura Cannes, hacían terapias de “sanación egipcia”, daban cursos y organizaban viajes a Egipto.
Estas terapias atraían a muchas personas, que terminaban siendo engañadas. El hombre se presentaba como el “licenciado Ahú Sari Merek” y prometía protección, sanación y un sinfín de bienestares hasta que fue detenido junto a 10 personas más por estafas reiteradas.
QUÉ DESCUBRIÓ LA JUSTICIA DE CÓRDOBA SOBRE LOS “SANADORES”
El Juzgado Federal de Córdoba 3 determinó que la investigación sobre los presuntos delitos que ocurrieron en la secta, corresponden a la figura jurídica de trata de personas. El juez Miguel Vaca Narvaja resolvió dictar el procesamiento con prisión preventiva tanto para Aparicio Díaz, como para su esposa.
De esta manera, el magistrado considera que existen serias sospechas acreditadas para iniciarles un juicio en su contra. Aparicio Díaz fue procesado como presunto coautor del delito de trata de personas con fines de explotación laboral y reducción a la servidumbre.
El delito se encuentra agravado por el uso del engaño, el abuso de un estado de vulnerabilidad, por la cantidad de víctimas, por ser autor o ministro de culto y por la consumación de la explotación. Vaca Narvaja también resolvió sostener la acusación del fiscal Carlos María Casas Nóblega sobre el líder de la secta por la presunción de la autoría del delito de abuso sexual.
LOS CARGOS PARA LA ESPOSA DEL SANADOR EGIPCIO
En el caso de su esposa, Carolina Laura Cannes, le corresponden los procesamientos por los mismos delitos vinculados con la trata de personas de su cónyuge. De esta manera, Vaca Narvaja respaldó la investigación preliminar.
La secta ejercía la trata de personas, con explotación laboral, ejercicio ilegal de la psicología y abusos sexuales, entre otros delitos. Además, Vaca Narvaja dictó el sobreseimiento del hijo de la pareja, Máximo Ángel Aparicio Cannes, quien había sido señalado como “partícipe necesario” de la asociación ilícita.