José tiene un metro noventa, guarda en su billetera uno de mil y uno de quinientos y detrás de su barbijo da el certificado de defunción: “murió”, dice sobre la camiseta de Barcelona que en Córdoba fue extinguida por el ingreso de Lio Messi al Paris Saint Germain.
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Nadie resume mejor la situación que José, que tiene un puesto en la peatonal San Martín, donde reina la casaca azul con el 30 en la espalda, que él vende a 1.500 pesos: “se vende poco, por la malaria que hay, pero ¿quién tiene más de 30 mil pesos para la oficial del PSG?”. La pregunta se contesta sola.
Paso a paso por la larga calle San Martín uno confirma que ya no queda nada de aquel amor entre los cordobeses y el Barça y que hoy el romance pega fuerte con PSG: en los comercios las preferencias se debaten entre la oficial azul marino y la alternativa blanca con detalles rosados, pero también se ven riñoneras, pantalones cortos y largos y hasta barbijos con el emblema del club parisino.
Los precios varían, según la calidad de la confección y los estampados, entre 1.200 y 1.500 , para niños, y de 1.500 a 1.800 para adultos.
El Kun, la última escala
Son muy pocos los locales que conservan remeras del club Barcelona, que acaba de estrenar nuevo modelo y ni así puede lograr una segunda oportunidad con los cordobeses.
No se animan a decirlo, pero los vendedores sienten que la última tanda de remeras del club catalán les va a quedar de clavo, aunque un empleado de un pequeño comercio a pasos del Mercado Norte juega una última ficha: el Kun.
“La camiseta de Barcelona se dejó de vender apenas se supo que Messi podría llegar a irse del club”, explica y agrega: “ya no se la llevan, pero tal vez se puedan vender las de Agüero, que parece que se queda en Barcelona”.
Ici c’est Paris
La frase que acuñaron los hinchas de PSG y que fue remera que marcó el inicio de la aventura de Messi entre los galos también está en la pequeña aldea de Córdoba.
El diseño de fulgurante irrupción global se consigue en blanco como la que portó el crack el día de su desembarco pero también está en distintos colores y se consigue por unos 1.200 pesos.
Según pudimos enterarnos gracias a Messi, el lema fue motivo de una disputa en torno a su “propiedad” ya que los dueños del club pugnaron por incorporarlo dentro de la marca PSG y explotarlo comercialmente, aun con su pertenencia popular por origen, que en definitiva es lo que le da sentido a todo esto.