En primera persona, Lautaro Insúa vivió una situación en la que se le hizo presente el nombre de Fernando Báez Sosa, el chico asesinado el verano pasado y dice: “pudo haber sido mucho peor, entiendo que la saqué barata, comparado con el chico de Villa Gesell”, contó el día después de ser atacado en una fiesta en Córdoba.
El adolescente contó que la pudo llevar peor y que sólo fue una cuestión de tiempo no terminar como el infortunado Fernando, ya que la golpiza que él recibió duró poco, sobre todo gracias a quienes acudieron en su auxilio.
Sobre lo ocurrido, el joven habló con Cadena 3, desde su casa en Loma de Los Carolinos: “pudo haber sido mucho peor, entiendo que la saqué barata, comparado con el chico de Villa Gesell... acá faltó más tiempo,
agradezco no estar peor”, comentó.
Sobre la secuencia, Lautaro relató que “antes que a mí, empujaron al dueño de casa y allí fue que los invité a salir y me pegaron”.
“Uno me rompe el tabique y pierdo gran parte de la vista y el equilibrio, por lo que me tiro contra un alambrado”, relató y agregó que “el mismo chico me empieza a pegar en la cara, me rompe los dos orbitales”.
“Ahí sí caigo rendido y otro chico me empieza a pegar patadas en el piso, los agresores eran dos”, destacó y rescató que “hubo gente que los separó de mí, me llevaron al Sanatorio Allende y los chicos que me pegaron se fueron a otra fiesta”.