Este viernes quedó inaugurada la ampliación de la planta de tratamientos cloacales de Bajo Grande, una megaobra esperada por todos los cordobeses y también por todos los seres vivos que habitan la cuenca del río Suquía que desde hace años recibe los líquidos cloacales sin tratamiento alguno.
Bajo Grande: ¿a cuántas personas beneficia y por cuantos años?
Los trabajos se iniciaron el 12 de diciembre de 2016 y se extendieron hasta el 30 de marzo del 2022, es decir unos 5 años y tres meses. Demandaron una inversión de 24.431 millones de pesos, financiados con fondos nacionales en un 70% y provinciales en un 30%.
Con esta nueva ampliación de la planta de tratamiento cloacal se prevé que se beneficie a 1,9 millones habitantes, aproximadamente y está proyectada para los próximos 20 años.
Plata de tratamiento cloacal de Bajo Grande: cómo es la obra
La ampliación de la planta de tratamiento cloacal de Bajo Grande demandó el trabajo de 65 ingenieros y de unos 220 obreros, en promedio, por mes. Se utilizaron unos 40 mil metros cúbicos de hormigón, 22 mil toneladas de acero y se movieron unos 400 mil metros cúbicos de tierra. Lo que llamó la atención de estos datos es que desde el Gobierno provincial compararon la cantidad utilizada de acero e indicaron que equivale a la de tres torres Eiffel.
Por su parte, el ministro de Servicios Públicos, Fabián López, explicó que la nueva planta tendrá una capacidad de tratamiento de 10.000 m3/hora, lo que sería equivalente a medio Dique San Roque depurado por año. Además, posee una superficie de 27 hectáreas, equivalente a 40 canchas de futbol como la del estadio Kempes.
La nueva Planta de Bajo Grande es operable en dos módulos, cada uno de los cuales podrá tratar 5000 m3/hs, ante variaciones estacionales. Los mismos están compuestos de tres sedimentadores primarios, unidad de bombeo de barros primarios, concentradores de grasas, sala de sopladores, entre otros.
Otro dato a destacar es que en caso de que sufra un problema en el sistema de alimentación eléctrica externo, podrá continuar con su normal funcionamiento para la generación de oxígeno para la biodigestión ya que cuenta con una estación transformadora con generación alternativa.
El volcamiento se realiza cumpliendo todos los estándares normativos, permitiendo la recuperación del ecosistema y garantizando el cuidado del recurso, que es vital para todas las localidades aguas abajo, y la Laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza.
Sumado a esto, se comenzará la instalación, como ampliación de proyecto, de un complejo ingenieril de recuperación de gases para biogeneración, que aportará el 20% de la energía necesaria para los procesos internos. Se pretende así, implementar una fuente alternativa, ecológica y apuntando neutralidad al carbono para proteger la capa de ozono.