El viernes, a sus 99 años, falleció en Paraná el cardenal Estanislao Karlic, un referente de la Iglesia católica argentina. Su partida marca el cierre de un capítulo importante en la historia del país. Reconocido por su “brillantez teológica” y notable capacidad de diálogo, Karlic influyó significativamente tanto en la vida religiosa como en el ámbito público de Argentina.
Falleció el cardenal cordobés Estanislao Karlic
Oriundo de Oliva, Córdoba, Estanislao Karlic se licenció en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Su prestigio como teólogo lo llevó a ser uno de los siete redactores del nuevo Catecismo de la Iglesia, obra fundamental de doctrina católica, junto al entonces cardenal Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI. Esta eminencia también lo condujo a inaugurar la IV Conferencia de Obispos de América Latina en Santo Domingo en 1992, ante el Papa Juan Pablo II.
Karlic fue un actor fundamental en la vida política de Argentina, recordado por su aporte clave al sostenimiento de la democracia durante la crisis de 2001. Al frente de la Conferencia Episcopal, impulsó junto al cardenal Jorge Bergoglio la Mesa de Diálogo. Esta iniciativa, coordinada por obispos como Jorge Casaretto, Juan Carlos Maccarone y Artemio Staffolani, y con asistencia de la ONU, no solo ofreció un espacio de catarsis sino que de ella emergió el Plan Jefes y Jefas de Hogar, una medida crucial para desactivar una situación explosiva en sectores vulnerables. Anteriormente, a comienzos de la década del ’80, redactó el documento “Iglesia y Comunidad Nacional”, considerado trascendental para el retorno del país a la senda constitucional.
Como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cargo que asumió en 1996, Karlic impulsó una etapa de renovación para que el Episcopado sintonizara mejor con las nuevas realidades, sin traicionar la doctrina. Se destacó por su oposición al “dinero bajo la mesa” del gobierno menemista, que ofrecía ayudas económicas a obispos cercanos, defendiendo una relación económica transparente que protegiera la independencia de la Iglesia. Además, lideró el delicado proceso interno de revisión del papel de la Iglesia durante la última dictadura militar, un tema sensible dada la presencia de muchos obispos de esa época aún activos.
A pesar de sus logros, su trayectoria incluyó cuestionamientos por el manejo de un caso de abusos sexuales. Tras retirarse, recibió críticas por no denunciar al sacerdote Justo José Ilarraz a principios de los ’90, optando por trasladarlo siguiendo el criterio de la época de “evitar el escándalo”.
En sus últimos años, Karlic fue creado cardenal por Benedicto XVI en reconocimiento a su extensa labor. Recientemente, mientras se recuperaba de una operación, recibió una llamada de Robert Prevost, el actual Papa León XIV, quien le transmitió saludos y aliento.