A 40 años de Malvinas, el desgarrador relato de un veterano cordobés: “Solo comíamos un plato de sopa”

A través de un crudo testimonio, el excombatiente Alberto Fabián Pereyra reveló parte de lo que vivieron en ese conflicto bélico.

A 40 años de Malvinas, el desgarrador relato de un veterano cordobés: “Solo comíamos un plato de sopa”
Puerto Argentino. Soldados argentinos durante un descanso en la Guerra de Malvinas.

El país entero se rinde este sábado 2 de abril ante los veteranos y caídos de la Guerra de Malvinas, con homenajes y reconocimientos a lo largo de todo el territorio nacional. Lo mismo se replica en las redes sociales, donde diferentes páginas destinaron sus posteos a honrar a quienes lucharon por la soberanía de esas islas.

Este es el caso de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), que compartió el crudo testimonio de Alberto Fabián Pereyra, padre de la joven promesa de ese deporte Serena Pereyra Giubbani, que formó parte del ejército que combatió en 1982. “Lo primero que sentimos allá fue el hambre, porque nadie nos daba de comer”, aseguró, rememorando aquellos duros días.

“Pasaba un carrito al mediodía que era de la marina y nos dejaba nada más que un plato de sopa, solo en ese momento del día”, recordó Pereyra. “Algunos tenían galletitas y bueno, nos repartíamos. Ahí cuando se conoce el hambre, uno dice ‘bueno hay dos criollos, ¿cuántos somos? acá hay cuatro (soldados), allá hay cuatro más; bueno hay dos criollos para ocho, los cortamos en cuatro y va un pedacito para cada uno’”, explicó.

En tal sentido, reconoció: “Por supuesto que eso no calmaba el hambre”. No obstante, resaltó que en ese momento “se conoce la amistad y la bondad”. Más adelante, el excombatiente relató que ”pasaban todo el día parados con el casco puesto y el fusil agarrado”, y que para dormir lo tenían que hacer “sentados o parados”.

Lo peor era a la noche, cuando comenzaban los bombardeos y los proyectiles pasaban sobre las cabezas nuestras”, indicó el suboficial retirado.

La mochila del hogar que llevaban los soldados

En tanto, sobre la carga emocional de dejar a sus familias en sus casas y viajar a la guerra, Pereyra contó: “Muchos de nosotros se llevó la mochila del hogar”. “Yo me la saqué antes de irme, cuando le dije a mi familia que no sabía si volvía”, narró con lágrimas en los ojos.

Por otra parte, el veterano aseguró que “si tuviera que volver a Malvinas, volvería”. “Se me pasó el tiempo, pero para Malvinas no pasó el tiempo, va a pasar el día que me muera”, valoró.

La decisión sobre la carrera tenística de su hija

En otro orden, Pereyra habló de su hija, su vínculo con el tenis y reveló que le puso su nombre por la reconocida tenista Serena Williams. En este sentido, indicó que desde muy chica la impulsó a interesarse por ese deporte, pero que en la actualidad, que Serena ya es una joven promesa del deporte argentino, le exige que primero termine sus estudios.

Cabe destacar que Serena Pereyra Giubbani ganó torneos regionales, fue campeona nacional, N°1 del ranking AAT, representó al país en el Mundial Junior y también en los Sudamericanos de todas las categorías: Sub 12, 14 y 16.