La bronca por el empate 1-1 en el último minuto entre Belgrano y Banfield, de este lunes por la noche, hizo a los jugadores del "Pirata" tomaran una actitud que podría traerles problemas.
Luego de que el árbitro Fernando Espinoza terminara el encuentro los integrantes del plantel del Celeste se acercaron y comenzaron a aplaudirlo irónicamente, en la cara.
El reclamo era por la infracción que Espinoza le había cobrado a César Rigamonti, por retener la pelota más de seis segundos. De allí vino el tiro libre indirecto que derivó en el empate del Taladro.
El problema es que aquella situación podría ser informada por el propio juez y podrían sancionar con tarjeta amarilla a los jugadores. Entre los involucrados estaba Maximiliano Lugo, una de las figuras de la B.
Incluso el director deportivo de Belgrano, Juan Carlos Olave, ingresó a la cancha a discutir la última jugada con Espinoza.
"No sé si habrá informe del árbitro por el reclamo de los jugadores. Yo le dije que nos había hecho daño. Que vea la jugada, pero no lo va a reconocer", declaró el exarquero a Radio Sucesos.
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