Brianna Gamuza, esta preciosa niña de 5 años que vive en barrio Héroes de Malvinas de la ciudad de Córdoba, fue noticia en Córdoba en dos oportunidades.
La primera a mediados de 2016, durante el informe Héroes, el barrio de los niños enfermos, donde se contaba que la pequeña quedó en estado vegetativo por una mala praxis hospitalaria inexplicable; debían intervenirla en el Hospital de Niños por un injerto de piel, pero en la cirujía sufrió un paro cardíaco y estuvo 15 minutos muerta, hasta que la reanimaron pero con un daño permanente: parálisis cerebral, cuadriplejía y estado vegetativo persistente.
La segunda fue el mes pasado, y era esperanzadora: después de tres años, Brianna había despertado del estado vegetativo debido al amor pujante de sus padres y al esfuerzo clínico de terapeutas y maestras.
Gracias a las clases de equinoterapia, Brianna comenzó a responder a estímulos y a ganar fuerza en sus piernitas. La ayuda de bipedestadores y andadores también dio sus frutos, y luego de mucho esfuerzo la nena pudo sentarse sola en su cama y sostener su cabecita.
También influyó la lucha de sus padres, quienes se enfrentaron "a la burocracia de la obra social, que en un principio se negaba a cubrir la rehabilitación. La lucha continuó contra el sistema educativo provincial, que también le cerraba las puertas por su discapacidad", publicó este diario en enero.
El empuje paternal logró que la obra social se hiciera cargo de la silla de ruedas, que es especial y fue traída desde Alemania. El último triunfo de la familia de Brianna fue su ingreso en el jardín María Elena Walsh, de Héroes de Malvinas.
Todo a cambio de nada. De a poquito, y con mucho esfuerzo, las cosas mejoraban en la familia Gamuza. O eso parecía. En la mañana de este sábado, salieron todos juntos -con Brianna en brazos- a comprar pañales para la nena a la vuelta de casa.
"Fueron 13 minutos nomás. Lo sabemos porque en nuestra cuadra hay una cámara. Y en esos 13 minutos nos reventaron la puerta de atrás y nos destrozaron y robaron todo", cuenta el padre de Brianna, Carlos.
"Lo que más me enoja es que son dos chicos del barrio, los mismos vecinos los 'mandaron al frente' porque están indignados. ¡Me robaron hasta la silla de ruedas de mi hija y el oxígeno!", se enfurece el hombre, quien además de luchar por la salud de su hija y contra la burocracia, debe hacerle frente a la inseguridad.
"Es una silla traída de Alemania. Cuesta 60 mil pesos. La obra social nos dijo que nos pueden dar otra recién cuando mi hija cumpla 7 años. Y ella recién tiene 5", detalla. "Desde ayer que tenemos a Brianna a 'upa', porque no la podemos sentar en una silla común. Ella se molesta, le duele el cuerpito. No sabemos qué hacer, estamos desesperados", cuenta.
Sobre el oxígeno, "a ella le hace falta para cuando le da un ataque de hipertonía muscular", que son consecuencias de los padecimientos en el sistema nervioso de Brianna.
Carlos, quien ya presentó la denuncia, cuenta que los delincuentes llegaron en dos motocicletas y robaron "hasta las muñecas y los medicamentos de Brianna, que son costosos". "Ni hablar que nos robaron electrodomésticos y destrozaron muebles. Hasta la garrafa robaron, no tengo siquiera agua para cocinar", se desesperó.