Fue un viernes casi de furia. Después de las acusaciones de algunos dirigentes que luego se desdijeron y le pidieron disculpas, Rodrigo Escribano, hombre de Marcelo Tinelli en la AFA y vicepresidente de Talleres, había presentado la renuncia a su cargo en la institución de barrio Jardín.
"Mi renuncia al cargo es para sacar del medio a Talleres y porque voy a accionar ante esta mancha sobre mi persona, mi labor profesional y mi familia", declaró el directivo.
Eso motivó una reunión extraordinaria de Comisión Directiva en el club albiazul que derivó en la decisión de no aceptarle la renuncia.
Y lo expresó la institución en un comunicado oficial:
El fútbol argentino vive momentos muy difíciles en medio de una enorme y compleja puja de intereses.
En las últimas horas circularon versiones y declaraciones muy contradictorias que luego fueron desmentidas por sus autores, que involucran el desempeño de quiénes estuvieron presentes en el escrutinio de la fallida elección en AFA de diciembre de 2015.
En ese contexto, Rodrigo Escribano puso a consideración de la Comisión Directiva del Club en horas de la mañana, su renuncia al cargo de Vicepresidente.
Luego de analizar la situación, la Comisión Directiva expresa su acompañamiento al Vicepresidente del Club, ratifica la confianza en el, expresa su solidaridad con Rodrigo y su familia y resuelve rechazar este pedido de renuncia.