Las lluvias de estrellas se producen cuando la órbita de la Tierra pasa a través de restos dejados por la disgregación de los cometas. Los cometas están formados por una combinación de metales, hielo y roca que, al pasar cerca del Sol, se calientan y deshacen parcialmente formando la cola de los cometas. Estos "escombros" que dejan a su paso, se distribuyen sobre una órbita elíptica alrededor del Sol y son los que nos encontramos cuando la Tierra se cruza con la órbita del cometa.
Cada año, entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, con máximo de intensidad en la noche del 21 de octubre, tiene lugar la lluvia de estrellas Oriónidas.
El cometa responsable de la que exista esta lluvia es el famoso cometa Halley, que pasó por nuestro Sistema Solar por última vez en julio de 1986 y no volverá hasta julio de 2061.
Esta lluvia de estrellas es de actividad moderada (unos 20 meteoros por hora) y si bien no es la de mayor frecuencia, es una de las más hermosas para observar. La mayoría de los meteoros que forman la lluvia de las Oriónidas son partículas del tamaño de un grano de arena, que al desintegrarse en la atmósfera dejan una fuerte estela de color verde amarillento.
Para una correcta observación de las Oriónidas lo mejor es situarse en un lugar oscuro y apartado, alejado de la iluminación de las ciudades. Como las Oriónidas radian de la "constelación de Orión" y pasan muy cerca de la estrella Betelgeuse, el mejor punto donde mirar es la constelación de "las tres Marías".
No es necesario utilizar ningún tipo de instrumento, basta con un cielo claro y despejado para una buena observación a simple vista. Para mayor información podés consultar en el Facebook del Observatorio Astronómico Córdoba.