El vicepresidente de Talleres, Rodrigo Escribano, puso su renuncia a disposición de las autoridades del club luego del escándalo por el video subido a internet donde supuestamente se lo ve colocar el doble voto que anuló la elección a presidente de AFA en 2015, que terminó igualada en 38 con 75 asambleístas, y denunció que quedó "en medio de una operación".
Escribano dijo hoy a Télam Radio que "esto es claramente una operación y no lo puedo dejar así porque está afectando mi nombre, mi familia y la institución que represento, por una acusación falsa". Sobre la renuncia al club cordobés el dirigente dijo: "Es para actuar con libertad porque esto no va a quedar así, para defenderme de esta situación y aclararla, pero no en nombre de Talleres sino personal".
Sobre el día de la fallida elección Escribano explicó: "Los votos eran cartones duros y en el video se ve un papel doblado, y cualquiera que estuvo ahí sabe cómo fue el acuerdo previo para hacer la votación", y contó que "se pegaron dos votos y ninguno de la mesa sabemos que pasó". "Hubo un error y nos hacemos cargo todos, pero las barbaridades que dicen afectan mi nombre y mi honor, y el de muchas personas que estaban conmigo, como el Defensor del Pueblo, los miembros de la IGJ (Inspección General de Justicia) y de las dos partes".
"No puedo quedarme tranquilo, no puedo no defenderme porque es un barbaridad y los responsables de esto lo van a tener que aclarar", señaló el dirigente cordobés, quien no pudo precisar "de donde viene la acusación", más allá de las declaraciones del ex vicepresidente de Quilmes, Carlos Colom, quien lo involucró.
"El objetivo debe tener que ver con el momento político" de la Asociación del Fútbol Argentino, sostuvo Escribano.
Para el dirigente, aquella elección "fue muy distinta a lo que dicen, que hubo un voto agregado intencionalmente, cuando en realidad se trata de un papel doblado".
"Fui designado por mis pares para estar ahí, fue una colaboración desinteresada, y es un daño enorme e injusto el que me han hecho, tremendo", concluyó Escribano.