Todo comenzó en una noche de tantas en Córdoba, cuando una joven junto con su amiga decidieron disfrutar del sabor de un lomito en uno de los tantos negocios céntricos que existen en la ciudad Capital.
Fue en el instante en que una de ellas se llevó un trozo de sandwich a la boca cuando la otra joven que la acompañaba le dijo que parará de comerlo cuando ella le advirtió que sentía "algo raro".
En el interior del lomito había nada menos que un trozo de vidrio, que le provocó cortes en la lengua y el paladar a la chica que lo estaba comiendo y que, afortunadamente, no lo tragó.
El insólito y delicado episodio continuó en Tribunales, luego de una presentación realizada por la víctima ante la Fiscalía del Distrito 1, Turno 5, a cargo de Gustavo Dalma.
Ese funcionario judicial decidió este viernes imputar por lesiones leves culposas al cocinero y al encargado del negocio en ese momento, luego de recolectar las pruebas que necesitaba.
Al parecer, en la cocina se rompió un vidrio y un trozo habría caído en la panera o en la plancha donde se cocinan los bifes de lomo.
Pese a que la asistencia de los ahora imputados fue inmediata y acompañaron a la joven en todo momento, el fiscal decidió la imputación.