La mañana del jueves 28 de junio se vivió de manera muy particular en la comunidad educativa de la Escuela especial Juan Manso de Villa Allende. Esta vez, la actividad escolar se trasladó a las calles de la ciudad y quedará para siempre en cada esquina céntrica de la villa.
Entre mates y camaradería, los chicos trabajan en un proyecto que está llegando a su etapa final. Lo hacen con la motivación extra de saber que de esta manera están ayudando a otros. Tienen entre 16 y 19 años y son alumnos de cuarto, quinto y sexto año del segundo ciclo en la especialidad carpintería.
En la mañana de este jueves, junto a los docentes del taller, colocaron las chapas con señaletica en Braille, para discapacitados visuales, en avenida Padre Mariani, desde la Costanera hasta avenida Goicochea.
"Estamos muy contentos porque estamos culminando con un proyecto sociocomunitario (que se transformó en Ordenanza Municipal) que comenzamos el año pasado cuando fuimos a entregar bastones de aluminio desplegables a discapacitados visuales del centro de rehabilitación Julián Vaquero. Los chicos quedaron muy entusiasmados por lo que nos habían contado sobre el sistema de lectura y escritura que utilizan los discapacitados visuales y empezaron a preguntar qué podíamos hacer", dice a Día a Día + Vía Córdoba Horacio Moyano, docente responsable de la especialidad.
Y continúa: "Los chicos descubrieron que en varias ciudades de Argentina las calles están señalizadas con el sistema Braille y preguntaron si podían hacerlo en nuestra escuela, nos pusimos de acuerdo y dijimos que sí. Tuvimos que adaptar unas máquinas viejas que teníamos (el sistema Braille se lo manda a hacer a Buenos Aires) y logramos hacer una punzonadora".
El trabajo de los alumnos fue consensuado con la comunidad de Villa Allende. Primero hicieron una encuesta a discapacitados visuales de la ciudad y luego, para conocer si estaban de acuerdo con la iniciativa, a los vecinos. La respuesta fue muy positiva.
Una vez que los chicos retomaron las clases, tras las vacaciones de verano, se pusieron manos a la obra. Desde el municipio donaron los materiales y herramientas necesarias y la comunidad de la Escuela Julián Vaquero los asesoró.
"Nosotros decidimos hacer este proyecto porque vimos que tocaban unos puntitos y así leían. Preguntamos qué era y nos dijeron que era el sistema Braille, un sistema de lectura y escritura", cuenta Daniel González, de 17 años.
Y, mientras hacen un alto en el trabajo de colocación de las chapas, agrega Mariano Rodríguez (19): "No formaba parte del trabajo pero buscamos quién fue el que inventó el sistema y nos interesamos más. Esto es importante porque se van a poder manejar solos e independizar".
"Investigamos cómo eran los números y las letras y estudiamos cómo leen, con la yema de los dedos. Intentamos hacerlo como ellos pero nos costó más a nosotros", indica Daniel.
Los alumnos hicieron un relevamiento de las calles de la ciudad y los planos de los lugares en los que se iban a colocar los carteles. En esta primera etapa, la señalética irá en las calles céntricas de Villa Allende y, posteriormente, en la entrada a lugares públicos y parada de taxis y colectivos.
"Uno ve una simple chapita pero detrás hay un gran trabajo. Lo más importante de todo es el significado que tiene, que las personas discapacitadas visuales puedan manejarse con independencia y autonomía por la ciudad", relata el docente.
Y sigue: "Si bien los chicos tienen dificultades con la lectura y la escritura, esto les sirvió muchísimo porque tuvieron que aprender a leer y a escribir en Braille, siempre utilizando un alfabeto al lado. Es logro muy importante y a la les ayudó mucho a ellos para la lectura y escritura convencional".
El proyecto nació de la comunidad educativa y permitirá que Villa Allende empiece a ser una ciudad inclusiva, que le permita a todos desplazarse con absoluta normalidad por las calles de la villa.
"Muchas veces los proyectos nacen por demanda de la comunidad, pero este proyecto hay que destacarlo porque fue iniciativa de los chicos. La propuesta fue de ellos, aprendieron Braille y fueron solidarios con la comunidad, en este caso con los discapacitados visuales. Ahora le pedimos a la comunidad que los cuide, que no los pinte ni le realice pegatinas", explica Moyano.
Y cierra Mariano, quien cursa el último año escolar: "A nosotros nos importa ayudar a la gente que lo necesita; poder ayudar sin esperar nada a cambio te hace sentir muy bien, es una hermosa experiencia".