Micaela Jimena Gatica tiene 25 años y es de Río Cuarto. Desde que era adolescente sintió la necesidad de ayudar a otros pero siempre preguntándose desde qué lugar podía hacerlo. En esa búsqueda empezó a gestarse la idea de servir a la Patria desde alguna Fuerza Militar.
En la actualidad es Cabo Segundo Mecánico en Sistemas Control Tiro y desde hace cinco años está embarcada en la "Rosales", su primer y, hasta el momento, único destino.
"Yo observaba que en desastres naturales como las inundaciones, las Fuerzas Armadas siempre estaban ahí para ayudar. Cuando unos marinos de la Delegación Naval de mi provincia fueron a mi secundario, lo tomé como una señal para mi destino", describe la cordobesa que en 2012 egresó de la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA) en la Base Naval Puerto Belgrano, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Un día habitual en la vida de Micaela comienza desde temprano en su puesto de trabajo en la Segunda División de la embarcación, que tiene apostadero también en Puerto Belgrano. "El día es muy dinámico, los de mi especialidad Control Tiro nos encargamos del Sistema de Armas de a bordo, y trabajamos muchas veces en conjunto con los artilleros del buque", explica.
Y continúa: “En navegación soy Operadora TDS y me desempeño como Alza Designadora de Blancos; es decir, mediante una designación, dirigimos los cañones al blanco para hacer fuego. También probamos el funcionamiento de los Sistemas de Armas y practicamos operarlos”
La vida a bordo del ARA Rosales y recorrer el mar son dos de las pasiones de Micaela, quien cada mañana se levanta con ganas de ir a trabajar. "La Armada para mí es un estilo de vida y no lo digo como militar, sino como una persona a la que le gusta lo que hace”, dice.
En la corbeta, Micaela vivió momentos únicos, y destacó que apenas fue destinada a la Rosales viajaron a Mar del Plata y luego a Brasil para participar de un ejercicio naval combinado. Todos los años la embarcación realiza prácticas de tiro junto a otras unidades de la Armada y, en muchas oportunidades, con Armadas extranjeras.
“Aprendo mucho a bordo, me gusta navegar y mi especialidad en la Armada; creo que las vivencias y satisfacciones que tengo en mi carrera no las podría encontrar en otro lugar”, asegura.
En Puerto Belgrano cuando no navega, Micaela asiste a diferentes cursos para continuar capacitándose en su carrera, destinados a los Mecánicos en Sistemas y Control Tiro, que se dictan en la Escuela de Técnicas y Tácticas de la Armada.
“Yo siempre digo que hay que hacer todo lo que uno pueda; en la Armada tuve la oportunidad, por ejemplo, de vivir a bordo y que la corbeta sea mi hogar y fue una experiencia maravillosa, nunca te sentís sola”, aclara.
Es por eso que del ámbito naval rescata el compañerismo, tanto de sus camaradas de promoción de la ESSA como el de sus compañeros de unidad en la Rosales. "Es tan fuerte ese sentimiento de amistad que cuando uno de los tripulantes de la corbeta se va, un pedacito de cada uno de nosotros se va con él”, indica.
Lejos de la ciudad que la vio crecer, Micaela hizo sus estudios primarios en el Colegio Santos Ángeles Custodios y finalizó el secundario en la Escuela Normal de Río Cuarto. Confiesa que estaba acostumbrada al ritmo rápido de su ciudad, que es mucho más grande que Punta Alta, donde hoy vive, a metros de Puerto Belgrano.
Micaela es la tercera de cuatro hermanos y la única que eligió la vida naval. “Allá en Río Cuarto no es común ver uniformes de la Marina, sí del Ejército y de la Fuerza Aérea. Se conoce poco sobre las actividades que se realizan en la Armada”, cuenta.
Sus padres y hermanos viven en Banda Norte, barrio donde vivió toda su infancia y adolescencia y al que visita al menos dos veces al año. "Tengo a todos mis familiares y amigos allá; ellos me ven bien, ven que me gusta, y siempre me apoyaron desde el primer momento que decidí venir acá", dice.
En la Armada se ha encontrado con muchos cordobeses y confiesa que es muy grato encontrar gente de otras localidades de la provincia. "Inclusive, a bordo, somos tres de mi provincia: uno de la capital, otro de La Falda y yo”.
Y continúa: “Lo positivo es que conocés gente de todas las provincias argentinas y aprendés de otras culturas, sobre su música, comidas y palabras típicas de cada lugar; la Armada es un intercambio cultural en tu propio país”, concluye.
La corbeta ARA Rosales
La corbeta ARA Rosales tiene 30 años desde la afirmación de su Pabellón Nacional. El buque de la Armada Argentina forma parte de la División de Corbetas de la Flota de Mar, de Tipo Meko 140, y se encuentra en la Base Naval Puerto Belgrano.
La embarcación lleva el nombre de Rosales en homenaje al Coronel de Marina Leonardo Rosales, quien combatió en las guerras por la Independencia Argentina.
Entre las actividades más destacadas se encuentra el operativo internacional Alfil II en 1991 formando parte de la Fuerza de Bloqueo Multinacional al Golfo Pérsico.
En 1996 repatrió los restos mortales del Coronel Rosales, desde Uruguay a Punta Alta; y en 2004 reemplazó junto a la corbeta ARA Robinson a la fragata ARA Libertad en el desarrollo del Viaje de Instrucción Naval, mientras la fragata atravesaba su reparación de media vida.