Por Verónica Suppo.
En enero de 2016, Vilma Santillán sufrió un accidente en el baño de su casa que le ocasionó la fractura de la cadera. Fue en ese momento, que sus familiares llamaron al Servicio de Emergencias 107 sin conocer que comenzaría una peregrinación sin suerte en busca de una cama, y que el médico del móvil, Martín Luján, un enfermero y un chofer decidirían protestar en pleno Centro, cansados de buscarle un lugar para hospitalizarla.
Dos años después, sus compañeros del Servicio de Emergencias 107 salieron en defensa del médico que quedó estos días cesanteado y lanzaron desde este martes el estado de alerta permanente en la repartición, También anunciaron que extenderán el conflicto a las otras reparticiones municipales con más asambleas (la próxima se realizará el miércoles, a las 10, en el Hospital Infantil).
Marcelo Vega, uno de los delegados del 107, explicó a Día a Día que el médico quedó cesanteado vía un decreto municipal; el chofer suspendido, por 25 días; y el enfermero, por cinco.
"Se trata de una cesantía, de un despido sin respetar incluso los fueron gremiales que tenía el compañero como delegado, cuando no fue un caso de mala praxis, le aplican una cesantía por no haber actuar con decoro, cuando tuvo que deambular horas rogando una cama para la paciente en los hospitales", explicó Vega.
"Es una represalia que han tomado y vamos a ir a la Justicia porque, incluso, porque cuenta con fueros gremiales. Es una persona con una legajo intachable que desnudó la falta de camas en los hospitales", dijo el dirigente gremial.
En rechazo a la medida, el médico (viernes pasado se le comunicó su apartamiento) se presenta a trabajar por estos días en el Servicios de Emergencias 107 y cuenta con el aval de otras reparticiones, las que tienen un cronograma activado de asambleas informativas en los hospitales municipales, dispensarios y en las áreas de Atención Primaria de la Salud, las que comenzarán la semana próxima.
Fuentes del municipio confirmaron el apartamiento, tras una investigación por la protesta realizada con la ambulancia en la esquina de Colón y General Paz, el 27 de enero de 2016 hasta la madrugada.
Este hecho había generado una puja entre Municipalidad y Provincia por las demoras en conseguir camas para pacientes que requerían ser internados u hospitalización de inmediato. En ese momento, Valería, la hija de la mujer que debió esperar dolorida, había expresado: "Mi mamá se cayó en el baño y estuvo toda la noche en la ambulancia gritando del dolor. Los médicos del 107 estuvieron rogando una cama durante más de cuatro horas y en todos los hospitales les informaban que no había lugar".
Finalmente, la mujer había sido trasladada y atendida en el Hospital Tránsito Cáceres.