Por Gonzalo Toledo
En noviembre, la estudiante cordobesa Alina Akselrad fue consagrada Miss Sudamérica, título que llevará a lo largo de todo el año, representando los valores de ese certamen. Justamente, esta noche de jueves, Alina será una de las invitadas a la ceremonia de apertura del Festival Nacional de Doma y Folclore de Jesús María, en su rol de Miss Sudamérica.
Estudiante de periodismo y locución en el Colegio Universitario de Periodismo de Córdoba, Alina dice que de todos los medios es la TV la que más la entusiasma. Antes de su presentación en Jesús María, conversamos con ella.
-Vas al Festival representando a Sudamérica.
-Así es. Represento al certamen y a los valores de las mujeres sudamericanas.
-¿Qué significa ser la reina de Sudamérica por un año? ¿Qué oportunidades te abre?
-Representar los valores de la mujer, en estos tiempos con todos los debates que hay sobre el rol de la mujer y los debates que tiene la mujer en la sociedad. Este año, en el certamen se apostó al cambio en lo que son los estereotipos, se consideró la belleza como una cualidad integral. Tuvimos que pasar por desafíos de canto, esfuerzo físico y mucha labor social. Es muy bueno que los certámenes empiecen a tener esta visión de la belleza; como yo siempre digo ‘la belleza no se mide ni se pesa, se demuestra’. Esto me abre puertas a poder hacer escuchar esta voz de lucha contra los estereotipos, algo que ya venía haciendo porque soy reina nacional de la Frutihorticultura en Colonia Caroya y hacemos mucha labor social. Las reinas no somos sólo una cara bonita, un cuerpo que se para en un escenario y saluda, sino que trabajamos y somos transmisoras de la cultura, la identidad y la historia de nuestros pueblos.
