A Laucha su pasado lo condena, pero es esa misma historia la que lo catapultó a ser uno de los referentes en el mundo de la gastronomía. Luciano Luchetti es la cara visible de Locos X el Asado, una comunidad que reúne a más de dos millones de personas amantes de "tirar" lo que sea a la parrilla. Cocina desde los 13 o 14 años y empezó haciéndole asados a sus amigos. Con el correr de los años, el hobbie se transformó en un emprendimiento exitoso en las redes sociales.
En sus comienzos, Locos X el Asado era la posibilidad de subir fotos, compartir lo que hacían y divertirse en una comunidad con un interés en común. Hoy, más allá de pasarla bien y seguir haciendo lo que le gusta, Laucha es "el referente" de la cocina a la parrilla. Con una llegada auténtica con su público y un fuerte vínculo con sus seguidores, Luchetti contó a Tu Día su experiencia y, de yapa, dejó algunos consejos útiles para los asadores.
“Obviamente que cuando estoy en un asado trato de disfrutar y nunca critico a la persona que está a cargo de la parrilla. Sé que hacer un asado no es fácil, especialmente cuando hay que cocinar para muchas personas. Sólo pienso en sentarme a disfrutar y divertirme, pasar un buen momento”, dice Luciano.
Para Laucha los imposibles no existen. Y en materia de parrilla, tampoco. Para él, prácticamente todo se puede hacer asado. "Debe haber algunas cosas que seguramente deben ser más difíciles, pero lo que no se puede llevar a la parrilla seguramente se puede cocinar a las brasas o al disco; puede ser colgado, en el asador o en la cruz. Te diría que el 90% de las cosas pueden ir a la parrilla", acota.
Como sucede con el mate o las empanadas, otras tradiciones nacionales, la pregunta obligada pasa por saber responder si todos los argentinos deben ser buenos asadores. Para Luciano no es necesario que así sea. “Yo creo que no. El argentino tiene que saber compartir el momento del asado, un ritual que va más allá de la comida. Es el momento de unión, de compartir con familia y amigos”, relata.
Y continúa: “Un asado para uno solo no es asado. Hay que compartirlo. El asado empieza con el que hace las compras, incluye al que toma el vino y al que molesta al parrillero. Es una unión en la que tienen que estar todos los personajes porque todos integran lo que es el mundo del asado. Si no sabés hacerlo pero sabes comerlo, también sos un buen argentino”.
El ritual
El asado arranca horas antes de prender el fuego. El ritual comienza con las compras, la picada, el vermouth Cinzano, con los primeros amigos que llegan, el encendido del fuego. "Es el momento de charla, de los trucos, el momento donde aparecen los embutidos, las achuras. El post asado también es muy importante porque la sobremesa es una parte fundamental del ritual. Un asado, mínimamente, dura entre tres y cuatro horas. Es un evento importante, en el que nada mejor que sentarse, relajarse y dejarse llevar", cuenta el Laucha.
La elección de la carne, el momento de salar y el rol del parrillero también forman parte de esa ceremonia sagrada. Para el asador con más seguidores en las redes sociales, sus preferencias están del lado de las carnes rojas. A Luciano lo que más le gusta asar (y degustar) es el costillar. "Es un corte que tiene de todo. Tiene hueso, grasa, es sabroso y tierno. Me parece que es el corte ideal, pero siempre sin dejar de lado las achuras", dice.
Y en cuanto al momento de agregar sal, agrega: “Lo mejor es salar en crudo y no está bueno hacerlo mucho tiempo antes porque deshidrata la carne. La sal se absorbe cuando la carne transpira y si se la mete cuando se da vuelta la carne (que ya está dorada, sellada) no se absorbe. Se va a comer una carne con sal, no salada”.
Párrafo aparte para el parrillero de turno. Es quien mejor come, dicen muchos. ¿Mito o realidad? El Laucha Luchetti es contundente: “Es el que mejor picotea. El que prueba todo”.
Sugerencias para Navidad y Año Nuevo
En las fiestas de fin de año mucha gente está acostumbrada a preparar platos que no van de la mano de las temperaturas que tenemos de este lado del mundo. El lechón es una de las comidas preferidas de los argentinos, pero es bastante pesada. “Si gusta el lechón, recomiendo hacerlo con anticipación, un día previo, y comerlo frío con alguna salsa. Es un plato exquisito”, dice.
Si se quiere hacer algo a la parrilla es mejor elegir cortes no tan grasosos, más livianos. Si hace demasiado calor, comer despacio para no sentir después esa sensación de abombamiento.
Si estamos pensando en hacer comida para que sobre y no cocinar al día siguiente, estos consejos son de suma utilidad. Las carnes más magras deben comerse frías (es un crimen calentarlas porque van a tender a secarse); una opción es prepararlas en sándwich. A las carnes más grasosas, como un vacío o un costillar, sí se le puede dar una pequeña calentada. Si te gusta comerlo frío, primero quitarle la grasa.
Para seguir los consejos del Laucha Facebook/locosxelasado Instagram @locosxasado Twitter @LocosXAsado