No tomar vacaciones puede traer consecuencias graves a nivel físico y mental, pero también puede afectar el ámbito social del trabajador.
Para algunas personas, las vacaciones no son síntoma de descanso y relajación, y su adicción al trabajo o el compromiso por cumplir sus obligaciones económicas hacen que no anhelen, como la mayoría, la llegada de este receso laboral.
A continuación, los principales riesgos de esta tendencia, que enumera la consultora en recursos humanos Adecco:
La salud: a medida que el nivel de estrés se incrementa, el cuerpo identifica que algo anda mal y las probabilidades de enfermarse aumentan. Las defensas no son las mismas cuando se acumulan largos periodos de trabajo sin receso.
La mente: cuando el cerebro se acostumbra a la rutina, la motivación personal y laboral baja considerablemente, por eso las vacaciones son necesarias para concentrarse en nuevas sensaciones, lugares y personas, y así regresar motivado y con una actitud positiva a la actividad laboral.
La vida social: no tomar vacaciones potencia la ansiedad y el malestar del trabajador, por lo que los compañeros de equipo percibirán que no está dispuesto al cien por ciento, alterando de esta forma el entorno laboral y la productividad.
¿Cómo organizarse antes de salir de vacaciones?
Para comenzar el periodo de receso laboral y disfrutarlo al máximo es importante dejar todo en orden:
- Hacer un traspaso de funciones con tiempo: si alguien va a cubrir el puesto durante las vacaciones hay que asegurarse de que dispone de toda la información que necesita. Es muy útil hacer un informe con la situación actual del puesto de trabajo, los contactos que pueden ser útiles, las contraseñas que pueda necesitar y una previsión de cosas sobre las que tiene que estar pendiente.
- Anticiparse y terminar los proyectos para la primera semana de regreso: aunque la fecha parezca lejana, es necesario adelantar el trabajo para la primera semana después de las vacaciones y que el periodo de soft landing sea más placentero.
- Repasar la agenda: la semana antes del receso, es crucial repasar la agenda y la lista de pendientes. Asegurarse de dejar todo encaminado y no olvidarse ninguna reunión ni tarea por hacer.
- Hacer una limpieza: el día antes de salir de vacaciones es un buen momento para poner en orden las cosas; como vaciar el correo, limpiar la computadora, el escritorio, y así dejar todo preparado para que la vuelta a la actividad sea lo más sencilla posible.