Por Gabriela Martín.
La risa es transformadora. Reír ayuda a mejorar las defensas de cualquier organismo, sana. Y hacer reír a los chicos es uno de los principales objetivos que tiene la gente que forma parte de Risas Contagiosas, una agrupación que lidera Sergio Navarro y que tiene como misión contribuir, crear, promover y fomentar un entorno sanador, reparador, contagioso, emocional, solidario, participativo, e intercultural en poblaciones vulnerables.
La tarea de Sergio data de mucho tiempo atrás, cuando enfundado en su traje de payaso, contagiaba alegría a los pacientes internados en el viejo Hospital de Niños. Aquel fue un lindo aprendizaje y la posibilidad de quitarse de encima muchos prejuicios.
“Empezamos a ver al niño como a un niño cualquiera, común y corriente. El niño inocente, el que tiene coraje, que ríe, te pregunta, va con la verdad, es directo y tiene creatividad. Ese chico al que le gusta superarse, que quiere jugar, pasarla bien. Sentirse bien”, dice a Tu Día Navarro, quien con el correr de los años pudo concretar su proyecto y, desde el juego o la alegría, colaborar en la recuperación de los más chicos.
Payaso, titiritero, recreador, pero sobre todo un gran transformador. Eso es Sergio. Una persona que a la hora de describir lo que hace prefiere sacarle la etiqueta de "chicos con problemas de salud". Una tarea que desde el inicio fue planteada como un aprendizaje continuo. "Vamos, hacemos una función de títeres; los chicos se ríen a carcajadas y nos regalan un día bonito. Al fin y al cabo riéndose a carcajadas levantan defensas, pasan a tener mucha sanidad, mejoran su salud a través de la risa", explica.
Y agrega: “Muchas veces, el personal de salud nos pide que no entremos a determinada habitación porque el paciente está con náuseas o dolor de cabeza. Pero enseguida la mamá nos llama porque es el mismo niño el que pide que pasemos. Y cuando nos vamos, nos encontramos con un chico que está sentado en la cama, que se quiere parar, saludando y riéndose a carcajadas con la boca abierta y mostrando los dientes. Se transforma en otra persona y nos regala otra historia”.
La imagen se repite en distintos espacios. Risas contagiosas no tiene un lugar específico porque se puede hacer en cualquier lugar, cuando uno tiene ganas, cuando hay tiempo. Los integrantes de esta agrupación llevan su alegría y sus juegos a la casa Ronald Mc Donald, las distintas pastillas de internación o la sala de espera del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad. Pero la tarea no queda ahí. También asisten a distintos merenderos de la ciudad de Córdoba y del interior provincial.
“Aplicamos nuestro trabajo a los lugares en los que vemos que puede haber algún tipo de riesgo. La vulnerabilidad ataca a los 13 o 14 años, cuando los chicos están entrando en la adolescencia y los malos ejemplos son más fuertes que los buenos. Pero si le das la opción de divertirse, cantar, pintar, dibujar, hacer teatro o llevar una profesora de danza, las cosas cambian. Los espacios se van llenando de buenos momentos que les ganan a los malos y todos nos enriquecemos como personas”, describe Sergio Navarro.
Y continúa: “Nosotros decimos que lo importante es vivir este día, no importa qué pueda llegar a pasar mañana ni qué traigo del pasado. Si este día me puede dar un momento de alegría es fantástico; si no sé lo que va a pasar después, no me preocupo”.
Distintas iniciativas
Risas Contagiosas lleva adelante dos campañas de recolección de juguetes. Una, en la que todo lo recaudado será destinado a unos 60 niños internados en el Hospital de Niños y en la que es necesario contar con juguetes nuevos. La otra, cuyos elementos serán destinados a distintos merenderos.
La primera estará vigente hasta el domingo 17 de diciembre y el punto de encuentro será en la plaza Alberdi, barrio General Paz. Los voluntarios estarán identificados y recibirán juguetes nuevos para chicos de 0 a 14 o 15 años. "Pedimos libros y preferentemente juguetes con los que puedan jugar en el hospital, porque son los que van a poder disfrutar en ese momento. Pueden ser juegos de mesa o kit de dibujos y pintura", relata.
Ellos también estarán recibiendo alimentos saludables para armar bolsas navideñas, que podrán disfrutar tanto los niños como los papás.
Para llevar a los distintos merenderos reciben juguetes (pueden ser usados pero en buen estado), peluches, galletas, budines y golosinas saludables. Además, cotillón y globos, que junto al resto de los elementos serán utilizados para festejar los cumpleaños de todo el año.
“También nos pueden donar elementos de arte, hojas para pintar, pinturas, mantas (tipo playeras) para poner en el piso, libros de cuentos, libros infantiles. Queremos que los chicos puedan ser felices todo el año; romper con el esquema en el que sólo existen Día del Niño, Navidad y Reyes”, cierra Sergio Navarro.
Cómo donar
Los días miércoles 13 y viernes 15 de diciembre, en plaza Alberdi, de barrio General Paz, en el horario de 17 a 21, encontrarás a voluntarios de Risas Contagiosas, adecuadamente identificados.
Si querés conocer más sobre su obra podés comunicarte a través de Facebook (@risascontagiosass). Si te interesa sumarte como voluntario, tenés que ser mayor de 18 años.
Campaña del barbijo
El grupo de Risas Contagiosas está trabajando en una iniciativa que busca naturalizar el uso del barbijo, que la gente se saque el temor, la duda. La intención es contar con barbijos de colores o que se puedan intervenir con pintura hipoalergénica (para dar sensación de continuidad de la cara) para que cumplan un rol asociado con la alegría. ¿Se dará?