Por Gonzalo Toledo.
Justo en días en que trabajan en la producción de un nuevo álbum, a los Lautremont les llegó convocatoria para ser la banda que abra el escenario, en la visita del ingleses The Cult, a Córdoba.
Este concierto será este sábado, a las 21, en Krakovia de bulevar Las Heras 94. La anticipada cuesta 770 pesos, en Edén.
En la previa, telefonazo mediante, conversamos con Darío.
–¿Cómo lo toman?
–Bien, la verdad es que no estaba en nuestros planes porque estamos, justamente, terminando el nuevo disco y estábamos un poco ‘guardados’. Nos tomó de sorpresa, de verdad.
–¿Cómo surgió la invitación?
–No me acuerdo bien, pero nosotros enviamos material hace un tiempo a la gente de Krakovia... ellos lo enviaron a la productora de Buenos Aires y ahí tomaron la decisión.
–¡Y ahí están! ¿Han armado ya la lista?
–Sí, sí. Justamente ayer (por el martes), estuvimos ensayando y definiendo qué entraba y qué salía ¡como Sampaoli!
–Jeje.
–Ensayamos y estamos más tranquilos. Como habíamos parado para grabar, nos dedicamos mucho a ensayar los temas nuevos. Por un lado está bueno para un poco y darle un poco de descanso a toda esa movida. Ahora estamos mezclando.
–Capaz que están muy enfrascados en una sola cosa y viene bien poder ocupar el bocho en otra cosa y tan importante.
–Es como un recreo ¡y vaya que recreo! La verdad es que es muy buena la oportunidad de subirse a un escenario grande.
–Con una banda que tiene bien ganado su nombre hace varias décadas.
–Más vale. En lo personal, los escuché mucho cuando era pendejo, obviamente. Empecé por Love, Electric, Sonic Temple... Ceremony ya no lo escuché tanto y después medio que ya no los escuché más. Siempre los tuve muy presentes.
–Bueno, contame un poco del disco nuevo.
–Estamos ya en una instancia en que hay que terminar algunas voces y grabar algunas voces de nuevo. Hay que terminar de mezclar.
–¿Está todo grabado ya?
–Sí, sí. Es muy orgánico, todo. No usamos máquinas ni programaciones. No hay nada de lo que siempre nos acompañó, que tienen que ver con la tecnología, las máquinas, la compu. Aquí no existen.
–¿Cuántos temas grabados?
–Grabamos 11 canciones, después veremos si quedan 11, 9 ó 10.
–¿Hay algún concepto distinto a lo que venían haciendo?
–Como es muy orgánico no tiene las capas que tenían los otros. A los temas los compuse solo, con guitarra y a partir de ahí fuimos tocándolo todo el tiempo los dos. No hay artilugio, no hay computadoras. Y en ese sentido sería como muy natural y como venimos tocando en vivo en los últimos dos años: sin computadora, sin programación, sin nada. Hay una parte más a lo Carca y otra más “crimsoniana”, a lo Crimson.