Con 20 años, un presente excepcional y un futuro que promete, el futbolista Julián Álvarez no pierde su eje y se muestra agradecido con quienes lo ayudaron a llegar, al punto que usó parte de sus primeros pesos como profesional para hacer un obsequio a su primer entrenador, en Calchín, su lugar natal.
Sin dudarlo, el juvenil de River se la jugó y le hizo llegar a Rafael un regalo impensando y le compró un Renault Kangoo, para que puede trabajar con más comodidad como preventista.
Con la emoción todavía presente, el hombre contó "yo tengo un auto pero era chico para poder transportar toda la mercadería... y Julián me hizo realidad lo que estaba buscando para poder repartir toda la mercadería, es un gesto impresionante", relató a El Doce, este jueves.
"El sábado me llegó un mensaje de su papá, que me decía que pase por su casa cuando pueda... yo pensé que era para hablar de fútbol", cuenta sobre la sorpresa que le tenían preparada: un utilitario para sus tareas.
Sobre aquellos años de los comienzos, el entrenador contó que "él tuvo varias pruebas en un montón de equipos y todo el mundo lo quería fichar", recordó pero dijo que había una razón especial por la que no quedaba en ningún club: "él esperó, esperó su momento: una mañana vino y dijo quería jugar en River porque es hincha", reveló.
Rafael sigue con su escuela de fútbol y deja un mensaje para sus chicos: "con humildad, con trabajo se puede llegar a donde está él... y tener buenos valores, seguro", concluyó.