Por Lucía Pairola / Especial
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y si esto se combina con un deseo de “cambiar el mundo” lo que pasa es algo extraordinario.
Beltrán Sobredo es de los que no pudo esquivar la mirada frente a los cientos de sin techo que se ven en nuestras calles.
“Muchas personas ya están presas de las adicciones y del sin sentido de la vida, por lo que no tienen libertad para decidir salir de las calles. Pero son personas dignas y que deben ser miradas”, argumenta desde dónde ve el mundo este cordobés por adopción.
Esa innegable realidad en nuestra ciudad, que no deja de sumar de a uno noche a noche, fue el motor para comprometerse y pensar “una alternativa para apalear este dolor.
Así primero en su cabeza, luego en un bosquejo, nació el prototipo de un "refugio portátil con pallets" para personas en situación de calle.
En su pequeño taller, entre varios intentos, contagió a un puñado de entusiastas y materializó ese sueño imparable.
"Ya tenemos dos y los vamos a poner a prueba con quienes lo van a utilizar. Pero lo testeamos con lluvia y viento, en veredas y calles rotas y resiste a todo", explica sobre la etapa en la que se encuentran.
Pero, Beltrán sabe que su deseo es mayor: contagiar a otros para que construyan refugios y así multipliquen la ayuda.
"Nosotros no vamos a construir muchos, sino que queremos que sea tan simple que entre amigos o un grupo de familiares en un fin de semana pongan manos a la obra y hagan el suyo, para esa persona que vieron que duerme en piso de su cuadra", comparte el horizonte, para lo que hizo un video tutorial en el que detalla el paso a paso y los materiales necesarios.
Mucho para llegar. Beltrán está casado con Cecilia Strasser y tiene tres hijos. Es licenciado en Administración y trabaja asesorando empresas.
Vino de Buenos Aires haces siete años y adoptó la ciudad como propia. Apenas llegó se contactó con Creamos, una ONG solidaria que ayuda a las personas en situación de calle.
"Me atrajo seguir trabajando con y para los pobres. Siempre fue mi llamado", dice a Día a Día, sin poder evitar la emoción.
Su prototipo no es una casualidad sino una búsqueda de muchos años. Ya en Capital salía a recorrer las calles de noche e inició una campaña para fabricar bolsas de dormir especiales que lograsen aminorar el frío de quienes duermen desamparados.
Esa fue una de sus primeras ideas a la que le dio vida.
Luego de su desembarco en Córdoba, siguió comprometido con quienes menos tienen, lo que lo llevó a soñar algo diferente.
“No tengo muchas nociones de diseño pero me doy maña. Sabía que quería algo duradero, pero a los que le contaba no lo entendían”, relata haciendo memoria.
Y como un verdadero inventor, pasó el tiempo hasta que maduró la idea y pudo ver la luz:
"Nos pasamos tardes y noches con esto. Ya lleva más de un año de elaboración y cada momento libre dedicado sin descanso", registra sabiendo que mucho le debe a su familia que lo ha tenido que "compartir" con el proyecto durante este tiempo.
De Córdoba al mundo. En el patio de su casa descansa el primer prototipo. Este está pensado para ser montado y desmontado con facilidad.
Durante la noche refugia a las personas del clima y durante el día puede ser utilizado para guardar las pertenencias.
“Lo imaginamos movible, desmontable y que sirva para la noche y el día. Las personas en situación de calle no tienen donde guardar sus cosas y acá van a poder dejar algo de ropa y de comida también”, explica Beltrán sobre su uso.
Los materiales son muy baratos y reciclables, ya que su estructura está hecha de pallet, paredes y techos de silo bolsa, algunos pocos clavos, herrajes y rueditas.
Su uso también está pensado para el verano, por lo que las paredes son desmontables.
Este inventor solidario, no tiene la intención de ser un constructor de los refugios sino contagiar a otros para que lo hagan ya que “no tiene casi valor material sino más tiempo de disponerse. En un fin de semana entre varios pueden hacerlo y cambiarle la noche a una persona sin casa”.
Como joven de este tiempo, sabe que su mejor aleada son las redes sociales, por lo que subió videos a su página de Facebook en el que cuenta la iniciativa y un tutorial para quienes se animen al desafío.
"Entendemos que con esta herramientas podemos llegar a muchos más, que esto se replique en Rosario, en Buenos Aires, en el norte... y hasta en otros países, porqué no", piensa este verdadero promotor de buenas ideas que alberga la ilusión de refugiar a miles.
