El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) había dispuesto su primer cordón sanitario en Villa Parque Santa Ana el pasado 10 de abril ante la detección de dos casos de coronavirus. A partir de allí, en Córdoba se implementaron 67 cordones sanitarios más. En total, van 69, ya que hay que agregar los últimos dos que se sumaron el pasado viernes en Malagueño.
De acuerdo con la última estimación, más de 160 mil personas estaban dentro de estos cordones, en fase 1. La cifra aumentó la semana pasada debido a los casos detectados y la multiplicación de contactos estrechos.
En toda la Provincia, son 20 los focos en los que los equipos epidemiológicos intentan cortar la cadena de contagios y evitar la transmisión del virus a fuerza de testeos, de aislamiento y de reducción de la circulación a su mínima expresión, expresa un informe realizado por La Voz.
Gabriela Barbás, secretaria provincial de Promoción de la Salud, explicaba al respecto: "Con esta estrategia, podemos intensificar la vigilancia epidemiológica y la búsqueda activa, donde tenemos mayor cantidad de casos positivos. El cordón sanitario nos ha permitido contener los brotes y mitigarlos sin tener que extender la medida restrictiva a toda la sociedad".
Para la funcionaria, en esta estrategia que el equipo de epidemiología provincial fue puliendo a medida que avanzó la pandemia, está la clave de que la Provincia sólo haya vuelto de fase solo una vez en la Capital. En aquel entonces, se había detectado el brote en la zona del Mercado Norte en la madrugada del sábado 16 de mayo. Esa semana el Gobierno provincial había decidido regresar a fase 3.
"Ya no hablamos de fase, sino de cordones, sea estricto o restrictivo según cada situación. Esto nos ha permitido, con la ampliación diagnóstica y el aislamiento inmediato, enfriar los brotes", señala Barbás.
Determinar la cadena de contactos estrechos de cada caso positivo es fundamental para cortar la circulación del virus en un entorno. Las alarmas se activan cuando un caso positivo no presenta un nexo epidemiológico claro.
Luego, entran a tallar los contactos estrechos, y con esa información se traza el árbol epidemiológico. Según el último reporte provincial, por cada persona contagiada hay que analizar a otras 32 o 38, dependiendo de si reside en Capital o en el interior.
No hay un número preciso de casos para determinar si se aplica esta estrategia sanitaria: "Se analizan múltiples variables a la hora de establecer un cordón. Por un lado, se toman en cuenta la vulnerabilidad social y económica, la cantidad de casos, la respuesta del sistema sanitario y, por otro lado, la cantidad de adultos mayores, por nombrar las más relevantes", explica Barbás.
Además, agrega que, por ejemplo, en el caso del country Cañuelas Golf, la cantidad de contactos estrechos fue una de la razones principales para establecer la medida, mientras que en algunos barrios vulnerables de Córdoba se lo hizo por la dificultad de trazar una estrategia epidemiológica en el territorio.
Establecer el árbol de contagios no siempre es sencillo, ya que, en muchos casos la gente prefiere ocultar con quién estuvo, ya sea por temor a una sanción, por tener que confesar una infidelidad o porque haber cometido algún tipo de delito.
Cada uno tiene diferentes actividades permitidas:
- Cordón restringido