Si no creen que la Justicia es lenta y complicada, prueben con leer la historia de la millonaria herencia de Manubens Calvet, que tuvo una disputa de 39 años hasta llegar al final, este semana.
El correntino Manuel Manubens Calvet falleció en Villa Dolores, en 1981, y a partir de allí comenzó la causa para dividir una fortuna finalmente valuada en unos 225 millones de dólares y que este viernes será repartida entre distintos grupos de herederos, por el juez civil de la ciudad de Córdoba Carlos Bustos.
Entre los bienes tan disputados por hermanos, parientes, acreedores y costos judiciales, se entregará finalmente la posesión de los campos y demás propiedades a diferentes grupos de herederos, según publica el diario La Voz del Interior.
Los beneficiarios están divididos en tres grandes grupos, uno de los cuales son los distintos acreedores, para los que irá el 40 por ciento de la herencia, según acordaron los herederos de Manubens.
En ese "lote" se cubrirán los costos y gastos acumulados a lo largo de cuatro décadas de batallas judiciales: abogados de la sucesión, la Caja de Abogados, la tasa de Justicia para el Poder Judicial cordobés, peritos, inventariadores y organismos como la Afip se repartirán algo así como 90 millones de dólares.
Otro grupo recibirá un 35 por ciento del patrimonio y son los herederos familiares, descendientes de los cinco hermanos que tuvo Manubens Calvet, ya que el millonario no dejó hijos legalmente reconocidos.
Por su parte algunos de estos herederos ya habían vendido sus derechos sucesorios a empresas offshore, verdaderas firmas fantasmas constituidas mayormente en Uruguay.
Otro que cobrará una parte es el correntino Manuel Manubens Calvet (originalmente su apellido es Maidana), que cobrará a pesar a que el examen genético oficial dio como resultado que no era hijo. En su momento, el hombre reclamaba toda la fortuna y su posición trabó seriamente la sucesión por lo que logró que los otros herederos le cedieran un 9 por ciento, para poder avanzar con el caso.
También habrá una parte del jugoso combo de bienes y propiedades para los herederos de la cordobesa Margarita Woodhouse, una mujer de traslasierra que durante cuatro décadas fue la pareja del magnate Manubens Calvet, aunque no se casaron.
Margarita murió en la extrema pobreza, en 2005 en su casa de Villa Dolores y ahora la familia Teverovsky, heredera de Margarita, logró un acuerdo cercano al 10 por ciento de la herencia.
Otros que cobrarán también son los herederos del abogado y juez porteño José Raúl Whittingslow, que en los años 80 consiguió que las ramas familiares de herederos le firmaran una cesión del 15 por ciento de la herencia, a cambio de desenmascarar a una mujer oriunda del Paraguay que decía ser hija de Manubens Calvet y reclamaba toda la fortuna. Los herederos de Whittingslow recibirán un 8 por ciento de la herencia.
"Este texto fue publicado originalmente por La Voz. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente"