El covid-19 lo puso en serio riesgo y lo obligó a estar 77 días internado, de los cuales 56 fueron de terapia, con respirador y muchos problemas derivados que complicaron su panorama.
Pero Fernando Vivas se recuperó, salió de terapia el 26 de mayo y tras muchos días pudo al fin reencontrarse con los suyos y de paso, el premio mayor: conocer y abrazar a su primera nieta, que tenía tan sólo dos meses de vida cuando le confirmaron su diagnóstico positivo para coronavirus.
El ansiado encuentro se dio este lunes, en la clínica de El Salvador y Fernando pudo ver de nuevo a Catalina, que ya no es tan pequeñita como en aquella primera vez, allá por marzo.
"Le aparecimos de sorpresa en la habitación y mi papá lloró mucho por todo esto que le tocó vivir. Él creía que recién la iba a ver dentro de un tiempo al salir de la rehabilitación, pero los médicos nos autorizaron a traerla con los cuidados correspondientes", dijo Gastón el hijo de Fernando, que continúa su recuperación tras la gravedad de su cuadro.
"Le han sacado casi todo, lo único que le queda es la sonda gástrica. Ya no está con antibióticos y, si todo sale bien, esta semana recibiría el alta médica para ir a un centro de rehabilitación", detalló en diálogo con El Doce.